
Los ascensos en las bolsas estas últimas semanas habían abierto un rally veraniego que ha llevado a las principales plazas a reducir sus pérdidas en el año y a niveles que no visitaban desde hacía tiempo. El Ibex registraba su segunda racha más larga de subidas en este siglo, con once sesiones consecutivas en el terreno positivo, que finalmente acabó rompiendo a mitad de semana, y consolidaba su superación a las resistencias que había sobrepasado al cierre de la semana anterior.
Sin embargo, esta semana ha sido un alto en la escalada y los cómputos de estos últimos cinco días han roto la racha de alzas que las bolsas venían experimentando, cediendo por primera vez en cuatro semanas. La publicación del dato de inflación de la Unión Europea en el mes de julio ha sido una de los factores que ha presionado a los mercados a la baja. El IPC del último mes marcaba un récord histórico al escalar hasta el 9,8% en la UE. El BCE, que ya acometió una primera subida de tipos en julio, no tardó en responder y un día después, la alemana Isabel Schnabel, miembro del Consejo de Gobierno del organismo, comenzó a allanar el terreno para otra posible subida de los tipos de 50 puntos básicos en la próxima reunión de septiembre, en una entrevista concecida a Reuters. Schnabel ademitió, además, la posibilidad de que la eurozona entre en recesión.
Pese a ello, los descensos son moderados a este lado del Atlántico, agrandándose en el peor de los casos hasta una pérdida del 1,82% registrada por el Dax alemán. Por su parte, el índice español sigue mostrando su fortaleza en agosto y es el índice europeo que menos retrocede desde el lunes, sobre un 0,74%.
A nivel técnico, el Ibex consiguió superar su resistencia marcada desde Ecotrader en los 8.400 puntos al cierre del viernes pasado, un signo de fortaleza que abría la puerta a una subida hasta los 9.000 puntos. Esta consolidó esta superación llegando a alcanzar los 8.511, pero finaliza esta semana de nuevo en los 8.338. Desde el portal, Joan Cabrero asegura que "es normal que existan dificultades para seguir subiendo y que podamos asistir a una consolidación de las últimas alzas antes de ver una continuidad de las mismas". Para Cabrero, esta semana bajista "tiene visos de ser una simple pausa en los ascensos y no habrá motivos para pensar lo contrario mientras el EuroStoxx 50 no pierda los mínimos de la semana pasada que marcó en los 3.695 puntos y el Ibex en los 8.295 puntos". La bolsa española retrocede un 4,31% en el año y se queda a un 4,5% del positivo en el ejercicio, frente al 12,33% que continúa perdiendo Europa en 2022.
Por su parte, Wall Street también se suma al terreno negativo en la semana, con descensos alrededor del 2% en el caso del Nasdaq y del 1% en el del S&P 500, según los datos a media sesión.
Por valores del Ibex la energía marcó las principales subidas dentro del selectivo, con ocho compañías del sector entre las más alcistas. Acciona encabezó a las 35 con una revalorización del 3,8% desde el lunes y su cotización se sitúa ya en máximos históricos. Cierran el podium Repsol y Acciona Energía con ganancias del 3,4% y 3,2% respectivamente en la semana. En la parte baja de la tabla, destacaron los descensos de Colonial, Fluidra y ArcelorMittal, con desplomes del 5,9%, 5,44% y 5,05%, respectivamente,
En el mercado de la renta fija, las actas de la Reserva Federal Estadounidense (Fed) publicadas esta semana, en las que se prevé mantener las subidas de tipos hasta que aminore la inflación, provocaron ventas en el bono estadounidense, cuya rentabilidad crecía cerca de 18 puntos básicos y volvía a acercarse al 3% de rendimiento. Las previsiones del BCE para la próxima subida de tipos provocaban la misma reacción en los bonos europeos. El bund alemán superaba el 1% de rentabilidad, anotándose hasta 32 puntos básicos desde el lunes. Los bonos periféricos volvieron a ser los más afectados. El italiano crecía más de 50 puntos y el español más de 37, superando el 3% y el 2% de rendimiento respectivamente.
El euro, en paridad con el dólar
El euro perdía sobre un 2% de su valor esta semana y se situaba de nuevo en paridad con el dólar, por primera vez desde julio.
El Brent, por su parte, también se desplomaba sobre un 2%, pese a experimentar durante la semana una de sus mayores subidas desde julio. El barril finalizaba sobre los 96 dólares a media sesión.