
Los actos empresariales en contra de las normas del mercado no quedan impunes. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha estimado que varias de las principales constructoras españolas no actuaron con buena fe al alterar las licitaciones de obra pública a base de reuniones entre ellas durante 25 años.
Por ello, la institución que vela por la defensa de la competencia ha decidido imponer una multa de 203,6 millones de euros a repartir entre Acciona, Dragrados, FCC, Ferrovial, OHLA y Sacyr.
Sin embargo, cualquier reacción negativa que pudieran haber reflejado los inversores en la cotización de estas compañías ha quedado sepultada bajo el rebote que experimentó ayer la bolsa europea. De esta forma, frente al 2,19% que registró el Ibex 35 al cierre del jueves el conjunto de las constructoras subió un 2,7%, con Ferrovial (2,4%) y ACS -propietaria de Dragados- (que avanzó un 2,5%) como las que anotaron los ascensos más modestos del ramo. Por otra parte, estas constructoras (que muchas ya se están enfocando más al negocio de las concesiones que a la ejecución de obras) tienen un comportamiento más dispar si se tiene en cuenta su cotización en bolsa a lo largo de 2022.
Solo Acciona y la recién estrenada en el Ibex 35, Sacyr, se mantienen en positivo en el año mientras que Ferrovial cede un 7,8% y FCC casi un 13,5%. El mayor desplome de todo el sector en España se lo apunta OHL, que recorta un 43%. Por contra, el consenso de mercado estima para OHL el mayor recorrido en bolsa para el sector, a pesar de las caídas y ven un potencial del 89% hasta el precio objetivo de la media de Bloomberg en los 1,1 euros frente a Acciona, que con la subida vista ayer en su valor ya cotiza por encima del precio que fijan los expertos como óptimo en los 184,23 euros.