
La comparecencia de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ante el Congreso estadounidense, fue ayer un bálsamo para las principales bolsas americanas, que pasaron de sufrir una jornada de caídas abultadas, que llegaron al 1,25% en el caso del S&P 500, a recuperar el tono verde y llegar a avanzar un 0,7% en la sesión, moderándose también las caídas en Europa. Esto ocurrió a pesar de que Powell reconoció el peligro de recesión que acecha a Estados Unidos, y también su determinación de meter en vereda a la inflación a base de subir tipos y contener la demanda.
Powell es consciente, y lo reconoce, de que la Fed puede hacer poco contra el incremento de los precios de la energía, pero tiene muy claro, y así lo hizo saber ayer, que el organismo "cuenta con las herramientas necesarias", y también con la "necesidad", de recuperar la estabilidad de precios en la primera economía del mundo.
Para ello, considera "apropiado" hacer más subidas de tipos, ya que reconoce que la inflación "ha sorprendido al alza", y no descarta que "pueda haber más sorpresas" en este frente. Powell tiene claro que es necesario "ver evidencias de que la inflación se reduce en los próximos meses", antes de empezar a levantar el pie del acelerador y empezar a frenar la retirada de estímulos.
Powell admite que tiene intención de reducir la demanda en Estados Unidos, ya que, por la parte de la oferta, poco puede hacer. Pero, como es habitual entre los banqueros centrales, no quiere dar sustos a los inversores y quiere hacer entender que la Fed busca un equilibrio más natural con la situación de oferta. "El endurecimiento de las condiciones financieras que hemos visto estos meses debería continuar suavizando el crecimiento, y ayudar a poner la demanda en un mejor equilibrio con la oferta", explica.
No es un mensaje esperanzador para los inversores en bolsa, pero parece que ayer éstos optaron por centrarse en la otra cara del discurso del presidente de la Fed, esa en la que se niega a doblegarse al pesimismo, y prefiere insistir en que "la economía americana es muy fuerte, y está preparada para aguantar una política monetaria más dura".
Reacciones de las bolsas
Pese a la dureza del mensaje de Jerome Powell, el mercado, que esperaba más crudeza en sus palabras, reaccionó positivamente y frente al negativo que se imponía antes del discurso, las caídas se moderaron en las plazas europeas e incluso el parqué norteamericano se teñía de verde a media sesión.
Europa moderó su retroceso tras la intervención de Powell hasta perder algo más de un 0,8%. El índice del Viejo Continente resistió gracias a que el sectorial bancario europeo también lo hizo y la evolución a corto plazo de este último "marcará muy probablemente la dirección que podrían tomar las bolsas del Viejo Continente en próximas fechas", según indica el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero.
Pese a las menores caídas, una gran parte de las bolsas a este lado del Atlántico rondaron mínimos anuales. Es el caso del Cac francés y el FTSE MIB italiano, los dos índices europeos que acecharon con mayor proximidad esta zona, quedándose a menos de un 1% en ambos casos. Por su parte, el EuroStoxx, que tocó mínimos del año el pasado 16 de junio, finalizó a un 1,07% de los 3.472 puntos.
Con algo más de distancia se colocaron el Dax y el S&P de sus suelos del año. En el caso del Dax, los mínimos marcados en los 12.831 se ubicaron a un 2,4% de los actuales. Por su parte, el índice americano -en mercado bajista- marcó una distancia de 2,9% con sus mínimos. Frente a todos ellos, el Ibex mantiene la mayor diferencia quedándose a un 6,5% de sus mínimos de marzo.