El aumento sostenido de la inflación ha terminado con diez años de políticas ultraexpansivas (bajos tipos de interés e inyección masiva de liquidez) de los bancos centrales. El mercado empieza a descontar una acción más dura por su parte, que ha propulsado aún más las ventas que desde principios de año se imponen en la renta fija. La velocidad con la que se produzcan las subidas es motivo de preocupación en el mercado. Sin embargo, Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, explica que "la idea de que si se hacen moderadamente no tendrá impacto en la economía no tiene ningún sentido. Cuánto más rápido mejor".
"El mercado lo acepta inmediatamente, y además se da cuenta de dos cosas: una es que los bancos centrales seguirán siendo acomodaticios y la otra es que las condiciones financieras no están sufriendo de manera significativa ni por asomo como en 2008", ha detallado durante la presentación de perspectivas de inversión de la entidad, que también ha contado con la participación de José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis.
El Banco Central Europeo (BCE) mostró un firme "compromiso" para evitar la fragmentación en el mercado de bonos, asegurando que utilizará todos los medios a su alcance, sin especificar cuáles, para impedir que la rentabilidad de los de la periferia se dispare respecto a los del núcleo de Europa. Pero por ahora sus palabras no han sido suficientes, y el interés exigido a la deuda de la periferia ha aumentado en mayor proporción que el resto desde el pasado jueves. "No se puede normalizar la política monetaria y a la vez no hacerlo. La idea de que el BCE va a adelgazar su balance comiendo más donuts no existe", señala Lacalle bajo el argumento de que el mandato del BCE es la estabilidad de precios y no que España o Italia se financien más barato o estabilicen sus déficits. "El repunte de las rentabilidades es completa y absolutamente normal", explica.
Esa inflación más elevada, que ha llevado a que en el 90% de los países de todo el mundo se encuentre por encima de los objetivos de sus bancos centrales, se mantendrá en un entorno de revisión a la baja del crecimiento mundial mientras crece el aumento del riesgo de estanflación. Sin embargo, en esta fase de corrección de los mercados, "es un momento fantástico para construir carteras si se tiene liquidez", apunta José Miguel Maté, aunque considera que "hay que seguir siendo prudentes porque la volatilidad seguirá encima de la mesa".
"Pese a que existen factores de riesgo, como el conflicto de Ucrania, el riesgo de estanflación y la ralentización de China, también hay elementos positivos que nos invitan a ser más optimistas. La expansión de los índices manufactureros, la recuperación de sectores como el turismo, la fortaleza del mercado laboral americano o el apoyo de la política fiscal y monetaria, son elementos positivos. Además, habría que añadir la solvencia y la liquidez del mercado a nivel global", señala Lacalle, que, aunque estima que hay riesgo de entrar en una recesión técnica, "no implica una crisis como la de 2008". La principal diferencia es el sector financiero: "No hay ningún indicador de liquidez, solvencia etc que pueda generar lo que generó aquella crisis".
En Tressis encuentran oportunidades en la bolsa americana, antes que en la europea, por considerarla un mercado más defensivo en un contexto de menor visibilidad, y con mejor capacidad histórica de trasladar las subidas de precios y, por tanto, preservar mejor sus márgenes empresariales. Buscan compañías de calidad, con fuertes balances, capacidad de adaptación, ventajas competitivas y barreras de entrada.
A nivel sectorial mantienen la preferencia por sectores defensivos como farma, tecnología con beneficios, algunos segmentos industriales con poder de fijación de precios o relacionados con la transición energética, agroalimentario y ciberseguridad.
Respecto a la bolsa española, que este año se comporta mejor que otros mercados, Maté considera que hay que ser prudentes porque los desequilibrios de la economía española aún no se han resuelto.
No es momento de claudicar en renta fija
Para aquellos inversores con renta fija en sus carteras, que acumulan abultadas pérdidas en el año, desde Tressis aconsejan no vender. "Hay que tener paciencia porque si se mantiene la inversión se va a recuperar", opina Maté. Tras las correcciones de precios muchas categorías de bonos ofrecen ya rentabilidades positivas atractivas. Esto quiere decir que, aunque a corto plazo pueda haber correcciones a la baja en precio, el cupón a cobrar debería compensarlas. Aunque todavía recomiendan prudencia, "lo peor para los bonos ha podido quedar atrás", apuntan.