El dato de inflación de EEUU del pasado viernes sigue zarandeando al mercado. No solo a la renta variable y fija, también a las expectativas sobre tipo de interés. En el caso del BCE, los inversores han dejado atrás el debate de si en la próxima reunión de julio la institución debe subir los tipos 50 puntos básicos. El modelo OIS descuenta, que a final de año, los tipos alcancen el 1% y para mayo de 2023 se aceleren hasta el 2%.
Los últimos datos de inflación y la dinámica del mercado están arrinconando a los bancos centrales para acelerar el endurecimiento de tipos de interés. Los futuros están descontando fuertes subidas muy por encima de las previstas, y de lo que le gustaría a los propios bancos centrales. El aterrizaje suave de la economía parece cada vez menos probable, con unas expectativas desbocadas sobre los tipos.
No hace ni cinco días que el BCE abrió la puerta a subir los tipos 50 puntos básicos en septiembre, endureciendo su discurso de las últimas semanas, para ir "gradualmente" normalizando su política monetaria. El modelo de Overnight Indexed Swap (OIS) anticipa las subidas o bajas otorgando probabilidades a movimientos de 10 puntos básicos en el caso del BCE. Se mueve teniendo en cuenta los intereses que pagan los inversores por cubrir sus posiciones ante el cambio de tasas, a través de swaps financieros. Apunta que a final de año los tipos de interés se situarán en el 1%, lo que significa seis subidas de 25 puntos básicos en las cuatro reuniones que le quedan por delante al BCE. Es decir, 15 subidas de 10 puntos básicos. La escala empleada para el BCE en el OIS se modificó para encajar los tipos negativos.
Actualmente, los tipos oficiales en el BCE están fijados por la tasa de depósito, situada en el -0,5%, mientras la tasa de refinanciación, que utilizan los bancos para obtener liquidez, se encuentra anclada en el 0% desde marzo de 2016. Para el próximo año, el mercado anticipa que el BCE no pisará el freno. En las tres reuniones previstas hasta mayo de 2023, los inversores descuentan cuatro subidas más de 25 puntos básicos hasta alcanzar el 2%.
"Con la inflación con recorrido para los próximos meses, el mercado tiene licencia para exigir mayores subidas en los tipos", apunta Rohan Khanna, estratega de tasas de UBS. Pero el BCE no es el único que se encuentran presionado por el mercado. Todavía con la resaca del BCE coleando, el miércoles será turno de la Reserva Federal. Se espera que continúe subiendo sus tipos de interés, pero el mercado está comenzado a descontar hasta una subida de 75 puntos básicos para llevar los tipos a un rango entre el 1,5% y el 1,75%, tras el imponente dato de inflación del pasado viernes. La herramienta FedWatch Tool de CME concede el 80% de probabilidades a una subida de 50 puntos básicos y del 20% a un incremento de 75 puntos básicos. Para final de año, la probabilidad de que la Fed termine con las tasas de interés se sitúe entre el 3,25% y el 3,5% está al 36% de posibilidades.
La lectura que hacen los expertos no es muy positiva. "La Fed no podrá parar la subida de tipos o mucho menos comenzar a relajar", subraya James Athey, director de inversiones de Abrdn. "Si todos los bancos centrales globales cumplen con las expectativas, habrá gran impacto negativo para las economías".
El Banco de Inglaterra se encuentra en una tesitura parecida con los precios de cara a la reunión del jueves. Las previsiones de analistas apuntan a que continuará elevando sus tipos de interés con una subida de 25 puntos básicos hasta el 1,25%, pero la debilidad económica que registra el país apunta a una pausa en la escalada de las tasas de intereses. Sin embargo, el mercado a través del modelo OIS descuenta alza de 50 puntos para la siguiente reunión de agosto. En total, descuenta, más de siete subidas de 25 puntos básicos para terminar el año por encima del 2,75%.