
Stanislas de Bailliencourt gestiona renta fija sostenible en un año tóxico para este activo. El índice de deuda global se deja un 11% por precio en lo que llevamos de 2022, mientras que un índice similar de bonos verdes cae un 15,4%. El fondo que él codirige, el Sycomore Sélection Crédit, cae un 8%. Invierte en bonos sin restricciones de calificación ni capitalización, y está etiquetado como artículo 9 por el Reglamento de Divulgación europeo, es decir, es un fondo de impacto, los más puros en sostenibilidad. Sycomore AM es una de las boutiques integradas en Generali Investments, la rama de gestión de activos del Grupo Generali, y está enfocada en la inversión ESG (en base a criterios ambientales, sociales y de buen gobierno). Visite el portal especializado elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Este año estamos viendo grandes pérdidas en los fondos de deuda, pero especialmente en la verde. ¿Qué ocurre?
No creo que esté sucediendo nada en particular con la deuda verde, ni que los inversores estén vendiendo más bonos verdes. Mi sensación personal es que este tipo de emisiones son recientes, se han emitido en los últimos tres o cuatro años. Por eso tienden a tener duraciones más largas. No hay bonos que estén solo a un año, o dos, o tres de su vencimiento. Sospecho que el motivo es más bien ese, que la repartición, en términos de duración, es distinta de la del resto del mercado.
Su fondo pierde en torno a un 8% este año. ¿Como de difícil es mitigar las pérdidas en un ejercicio como el de 2022?
Nuestro índice de referencia [el Barclays Capital Euro Corporate ex-Financials] pierde como un 9%, así que lo estamos haciendo un poco mejor que él. Lo estamos intentando adoptando duraciones más cortas. Estamos en unos 3,2 años. Mientras tanto, e incluso aunque los mercados sean muy volátiles y estemos viendo importantes caídas, empezamos a encontrar puntos de entrada muy interesantes. Por ejemplo, la rentabilidad a vencimiento de nuestro fondo se sitúa actualmente en el 5,1%, la más alta en casi 10 años. Por eso pienso que podemos recuperar una parte importante de esas pérdidas en los próximos meses o años. No creo que el ajuste en los precios se haya terminado completamente, pero sí considero que hemos visto la mayor parte de él. Y también pienso que, especialmente en el espacio de los bonos BB y BBB, si coges vencimientos que no son muy largos, en torno a 4 o 5 años, empiezas a tener rentabilidades muy interesantes.
¿Cree que las pérdidas que está sufriendo la renta fija sostenible pueden reducir el interés de los inversores?
Creo que este año ha sido necesario cambiar completamente tu mentalidad porque el mundo que viene será distinto. Tras diez años de inflación baja y tipos incluso negativos, nos estamos moviendo hacia un mundo más normal, en el que hay inflación y tipos positivos. Es un cambio total para la inversión en renta fija, pero también impacta en la inversión y renta variable. Y no, no creo que reduzca para nada el interés de los inversores. Si tomas un bono verde y uno no verde de una misma compañía, con la misma duración, su comportamiento debería ser muy parecido. Por otro lado, esta es una tendencia de largo plazo, los inversores prestan más y más atención a criterios ESG en equity, pero también en renta fija. Esto va a impulsar este tipo de activos, y dirigir una mayor asignación de activos hacia estas estrategias.
¿Es este universo de deuda sostenible lo suficientemente grande y diversificado?
El universo es muy grande, tanto en grado de inversión como en high yield. Nuestro fondo puede invertir en ambos. Es lo que ahora se llama crossover fund, tenemos típicamente bonos triple B pero también doble B, es decir, nos posicionamos en el rango alto del high yield y en el bajo del investment grade. Sí, hay una posibilidad de elección muy amplia. En el fondo tenemos más de 130 compañías y más de 220 bonos (ya que de algunas empresas tenemos varios bonos), de modo que contamos con un muy elevado nivel de diversificación.
"La 'greenium' o prima verde existe, e introduce una dinámica positiva en el mercado"
Las compañías high yield no se asociaban tanto, al menos en el pasado, con las emisiones verdes. ¿Ha cambiado esto?
Típicamente una compañía high yield está más apalancada y tiende a tener menos foco, de entrada, en el ESG. Cuando empezamos este fondo hace 10 años fuimos los primeros de Europa en hacer inversión ESG en algunas empresas high yield. Ningún otro fondo lo hacía en aquel momento. El análisis ESG es muy interesante, porque analizas compañías que están menos acostumbradas a ser interrogadas por cuestiones de sostenibilidad. Ellas también sienten que cada vez más inversores están poniéndose estos criterios como objetivo, y son conscientes de que si no avanzan en estos aspectos perderán una parte de la base inversora (y, en concreto, una parte que está creciendo muy rápido). En resumen, [este universo de high yield sostenible] era inexistente, o muy pequeño, hace una década, pero se ha convertido en algo mucho mayor.
¿Qué parte de la cartera es high yield y cuál grado de inversión?
Tenemos en torno a un 62%-65% en high yield y un 30-35% en grado de inversión.
En el universo de deuda sostenible, los bonos verdes son el activo más abundante. ¿Cuánto pesan en el fondo?
Poco, en torno a un 5%. También tenemos una muy pequeña exposición a deuda social, y muchos bonos ligados a la sostenibilidad (sustainability linked bonds o SLB). Creo que este segmento es muy interesante, porque cualquier compañía puede emitir SLB y, básicamente, el cupón que te pagarán dependerá en su conseguir determinados objetivos ESG. Así que te permiten alinearte con una compañía que tiene incentivos para hacerlo bien, para tener un impacto ambiental, social o de gobernanza. Si no lo tienen, tendrán que pagar un cupón más alto. Y nosotros, como inversores, sabemos que las empresas harán todo lo que puedan para mejorar su perfil ESG.
¿Tiene algún bono español en cartera?
Si tenemos, por ejemplo, al fabricante de componentes de automoción Gestamp, un emisor BB, es decir, situado en la parte más alta del segmento high yield. Es un bono que tiene vencimiento en 2026, es decir, en cuatro años, y creemos que es muy interesante. El sector auto ha afrontado desafíos porque la producción de automóviles ha sido inferior a lo esperado, pero lo que hemos encontrado interesante es cómo han conseguido mantener su rentabilidad a pesar los más bajos volúmenes y de unos costes más elevados; cómo se han adaptado rápidamente para mantener su rentabilidad y no deteriorar su perfil de crédito.
¿La 'greenium' -prima verde en precio con la que se asocia a las emisiones sostenibles- es real? ¿Realmente está presente en la mayoría de las colocaciones de deuda ESG?
En ocasiones, las emisiones verdes son un poco más caras que otras, porque hay inversores que, por sus objetivos, tienen que comprar bonos verdes en cualquier caso. No es una prima verde enorme, pero sí hay algo de prima, lo cual es bueno, porque lleva a otras compañías a pensar: "Si hago un bono verde pagaré un poco menos", lo que introduce una dinámica positiva en el mercado. Desde el punto de vista del inversor, somos realmente conscientes de que no queremos pagar mucha prima verde.
¿Puede hablarme de la composición de la cartera por sectores?
Estamos muy diversificados, exceptuando que no tenemos ninguna exposición a petróleo y gas, y muy escasa a la minería. Contamos con telecos como Telefónica; empresas de alimentación; el fabricante de motocicletas Piaggio... Tenemos la particularidad de que no invertimos en el sector financiero, que consideramos una inversión de otro tipo. Creo que tenemos un 1% de bancos y un 2% de aseguradoras.