
La inflación es la mayor enemiga para el ahorro. No la hemos visto en los últimos años, cuando incluso ha actuado como una aliada. Batirla no ha supuesto tanto reto cuando la subida generalizada de los precios se mantenía próxima a cero o cuando incluso el dato de IPC -el principal indicador que la mide- se movía en tasas negativas, en 2020. Hace solo un año, el aumento era de apenas un 1,3% en España en términos interanuales mientras que la última cifra adelantada de marzo arroja un alza del 9,8%, no vista desde los años 80, que pocos activos de inversión baten en 12 meses. Se salvan algunos como las materias primas, la bolsa estadounidense o el MSCI World. También Europa, aunque solo la iguala con dividendos.
Buena parte de la subida del IPC responde claramente a incrementos de los precios de la energía y los alimentos. De ahí que precisamente sean las materias primas uno de los activos que bate claramente a la inflación en el último año. El precio de estas se ha disparado cerca de un 50% en 12 meses, según una cesta que recoge el Bloomberg Commodity Index, con ascensos bruscos como el del petróleo, de más del 70%.
Los inversores que hayan optado por la renta variable también podrían estar obteniendo una rentabilidad superior a ese 9,8% desde marzo del pasado año, sobre todo aquellos con más exposición a Estados Unidos. Tanto el S&P 500 como el tecnológico Nasdaq 100 suben más de un 15% desde entonces.
No sucede lo mismo en todo el globo. El MSCI World, el gran índice de referencia de la bolsa mundial, logra una rentabilidad ligeramente superior, de poco más del 10%. Y la bolsa europea, en cambio, no consigue batir la inflación española en los últimos 12 meses, pese a que el Stoxx 600 suma casi un 7% de ganancias. Sí lo lograba a principios de año, ya que este índice subió un 22% en 2021, frente al 6,5% de inflación que se digirió en nuestro país a cierre de ese año.
Ahora bien, si se le suman los dividendos pagados en los últimos 12 meses, ya hablamos de una rentabilidad del 9,7% en Europa, similar a la inflación española, por lo que la retribución al accionista marca la diferencia. En el caso de la bolsa nacional, el Ibex 35 se mueve prácticamente en los mismos niveles que hace un año. Y las compañías del índice han aportado un 3% en este periodo, según datos de Bloomberg.
La bolsa se ha convertido en uno de los pocos activos con los que aspirar a batir la inflación. Y si ya resulta complicado en estos momentos, lo es mucho más con otros instrumentos como los de renta fija. La deuda afronta ahora un periodo en el que las rentabilidades van a repuntar ante las subidas de tipos que ya han anticipado grandes bancos centrales como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo (BCE), con la consiguiente caída en los precios que eso genera en las carteras. Una cesta global de bonos pierde en el último año un 6,6%, según el índice de Bloomberg y Barclays.
No obstante, es cierto que los cupones que se cobran por esos bonos subirán. ¿Aun así compensa? "El nivel actual del 2,3% en los bonos del Tesoro estadounidenses a 2 años es un buen negocio. Si quiere batir la inflación, y crear una renta real tendrá que asumir más riesgo, ser capaz de digerir la volatilidad entrando en bonos corporativos, bonos de mercados emergentes o, por supuesto, en renta variable", señalan Ludovic Colin y Yann Lepape, Portfolio Managers de Vontobel.
"Consideramos que se trata de inflación persistente con un gran componente estructural y no coyuntural como se preveía en el pasado año", apuntan desde el Consejo General de Economistas
El problema al que se enfrenta el ahorrador es que esa inflación no va a desaparecer en el corto plazo. "Aunque la guerra entre Rusia y Ucrania tiene un efecto significativo, no es menos cierto que esta tendencia creciente ya viene observándose desde hace 9 meses, lo que nos hace considerar que se trata de inflación persistente con un gran componente estructural y no coyuntural como se preveía en el pasado año", apuntan desde el Consejo General de Economistas.
En Scope Ratings prevén que "para el conjunto del 2022 cabe esperar que la tasa de inflación supere el 5% [en España], incluso en un escenario de convergencia gradual hacia el objetivo de inflación del BCE del 2% a finales de año. En cambio, en un escenario de continuación de las presiones en línea con los tres primeros meses del año, la tasa de inflación anual se situaría en promedio en el 8%".