Las sanciones a las exportaciones de materias primas rusas han provocado otro repunte de los precios histórico, en este caso en el níquel. Los contratos a futuro de este metal se han disparado en la bolsa de metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) hasta llegar a los 100.000 dólares por tonelada en las opciones a tres meses. Esto provocó que se suspendiera su cotización en la jornada de ayer y no se descarta que se amplíe el cierre de su negociación durante más días dada la "situación geopolítica que subyace tras el incremento de los precios", según el propio LME.
Y no solo es el níquel. El aluminio cotiza en máximos históricos, como también se ha disparado el precio del mineral de hierro o la chatarra; claves para el sector del acero. La primera consecuencia relevante en meses fue este martes la paralización de la planta de ArcelorMittal de Olaberría-Bergara ante los disparatados precios de la electricidad y del gas.
El sector acerero nacional denuncia que al aumento de costes por la energía se suman ahora los precios en máximos de las materias primas. "Va a tener consecuencias. Tenemos un producto que tiene tanto valor que nadie te lo va a comprar. Estamos fabricando diamantes", aseguran fuentes del sector, que sostienen que será difícil trasladar precios tan elevados en los productos al cliente final, con lo que obligará a parar la producción (ante la falta de compradores) o minar los márgenes, que venían de marcar beneficio histórico en 2021.
El último rumor de mercado apunta directamente a la posible quiebra del mayor productor de níquel a nivel mundial, la china Tsingshan Holding Group, después de que el precio de la materia prima se haya disparado. ¿El problema? Que la firma se había cubierto con posiciones cortas a las que ahora no puede hacer frente ante precios históricamente elevados en esta materia prima.
Se enfrenta a pérdidas cercanas a los 2.000 millones de dólares, según Bloomberg, dado que la productora de níquel china no contaba con que la demanda se ha disparado por la guerra en Ucrania y ante la expectativa del cierre de las exportaciones rusas de este material -cuando el país es el tercer mayor productor de níquel- por las sanciones.