
Todo apuntaba a que el 2022 iba a ser el año de la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales y con ello, las entidades cotizadas iban a sacar partido de la subida de tipos de interés. Por lo menos era el planteamiento de base de los inversores que auparon la cotización de los bancos españoles -y las de la práctica mayoría de entidades europeas- en los primeros pasos del año. Con lo que no se contaba era que una guerra a las puertas de Europa iba a cambiarlo todo.
Solaria y Repsol son ahora los valores más alcistas dentro del Ibex 35 (suben un 17,3% y un 15,2%, respectivamente). Repsol se ha beneficiado de la situación de crudo disponible en el mundo tras las sanciones impuestas a Rusia y la prohibición de exportaciones por parte de Estados Unidos que ha confirmado este martes.
Así, de la mano del auge de los precios del barril de Brent, que ya ronda los 132 dólares por unidad, las acciones de la petrolera española se han apreciado incluso por encima de otras compañías europeas del sector gracias a que Repsol retiró su participación en negocios sobre territorio ruso antes de iniciarse los planes expansionistas del Kremlin y de que hasta esa fecha había cotizado por detrás de su competencia.
Por contra, la necesidad de buscar alternativas energéticas para reducir la dependencia del gas y petróleo ruso han puesto en valor las acciones de las renovables como Solaria, que sube un 50,6% desde que comenzó la guerra el pasado 24 de febrero de madrugada y hasta la fecha las pérdidas en el año habían sido lo habitual para la productora de energía fotovoltaica.
De esta forma, el sector bancario ha dado un paso atrás dentro del selectivo español con el Banco Sabadell como uno de los más perjudicados. Aunque sigue siendo el cuarto valor más alcista, su acumulado del 2,4% en lo que va de 2022 dista mucho del 46,3% que llegó a registrar al cierre de los mercados del pasado 11 de febrero.