La tensión ha aumentado en los mercados en las últimas semanas, con los cuellos de botella en el comercio mundial, los picos de inflación (6,2% en EEUU y 4,9% en la eurozona), la retirada de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales y la variante ómicron del Covid como principales amenazas para la recuperación económica.
Esta mayor incertidumbre se ha reflejado en movimientos bruscos en los mercados, como las fuertes caídas en las bolsas del viernes 26 de noviembre, y, sobre todo, en los indicadores de volatilidad, con el Vix, el índice del miedo del S&P 500, llegando a escalar un 100% desde los mínimos de la pandemia hasta máximos de febrero de este 2021, y con más violencia en la deuda, con el Move, que mide la volatilidad de los bonos de Estados Unidos, disparándose casi un 150%, hasta máximos de finales de marzo de 2020 (ver gráfico), de justo después del crash.
"La chispa de volatilidad, desencadenada por los temores de la última variante del Covid, es un reflejo del nerviosismo de los inversores ante un acontecimiento inesperado", observa Vincent Benguigui, gestor de Federated Hermes.
Más tensión en la deuda
Pero la especial tensión sufrida en la deuda, respecto a la bolsa o las divisas, alerta también del papel central de la política monetaria en la actualidad, tras evitar un shock de liquidez y que un endurecimiento de las condiciones financiación pudiera ahogar la reconstrucción.
El ritmo y la forma de la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales, adelantada ya por la Reserva Federal (Fed), surge así como la principal preocupación de los inversores.
Fidelity: "Los bancos centrales se enfrentan a un dilema cada vez más difícil"
"Con la probabilidad de que la inflación se mantenga en niveles elevados y que nuevas interrupciones en la cadena de suministro la hagan subir aún más, los bancos centrales se enfrentan a un dilema cada vez más difícil", admite Anna Stupnytska, economista en Fidelity, quien explica que "en aras de proteger el crecimiento y los mercados laborales, es posible que haya que reducir la retórica agresiva de instituciones como la Fed y el Banco de Inglaterra, al menos hasta que la nueva variante revele sus cartas".

El interés del bono a 10 años de EEUU pasó de estar por debajo del 1,2% en agosto a superar el 1,7% en octubre y volver al 1,4% actual, mientras que el Bund de Alemania se acercó al 0% y está ahora de regreso en el -0,35%. "Para los mercados, esta temporada festiva podría resultar más volátil de lo que se esperaba", concluye Anna Stupnytska.