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Jensen Huang, el ingeniero que modela el futuro a golpe de chip

  • Es presidente y consejero delegado de Nvidia, fundada en 1993
  • Sus tarjetas gráficas son muy usadas en el 'gaming' y las criptodivisas
  • La UE investigará en profundidad la compra de Arm por parte de Nvidia
Jensen Huang, CEO de Nvidia.

El fundador de Nvidia, de origen taiwanés, dirige una de las empresas más valiosas de Wall Street. Sus unidades de procesamiento gráfico (GPU por sus siglas en inglés) tienen una enorme demanda en el ámbito de los videojuegos y la minería de criptomonedas. La compañía estadounidense está pendiente de autorización por parte de varios organismos reguladores de la competencia, entre ellos el europeo, de la adquisición de Arm a SoftBank.

Del mismo modo que en la Hélade Zeus, Poseidón y Hades se repartían el cosmos, en el mundo tecnológico actual el Olimpo está ocupado por Bezos, Jobs y Zuckerberg -los fundadores de Amazon, Apple y Facebook-, que modelan las vidas humanas con sus tridentes digitales y sus cornucopias de datos. Sin embargo, aunque ellos capten la atención constante de los hesíodos modernos, hay quienes pasan desapercibidos pero son igual de poderosos.

Este es el caso de Jensen Huang (o Jen-Hsun), nombre y apellido que quizá no le suene de nada a pesar de que se trata del fundador, presidente y consejero delegado de Nvidia, empresa que produce microprocesadores gráficos y vale en bolsa más de 500.000 millones de dólares; lo que la convierte en la octava firma de mayor tamaño entre las que cotizan en el S&P 500.

El periodista Richard Waters, del Financial Times, describió el año pasado a Huang como "el nuevo king of the hill [líder indiscutible] del mundo de los semiconductores", y dijo de él que "tiene todas las características del tecnócrata trabajador de Silicon Valley". Además, enfatizó su productividad calvinista: "Sus días empiezan a las 4 de la mañana. Se dice que disfruta de una sesión de ejercicio matutino antes de pasar a una jornada de 14 horas".

La revista Time le nombró una de las cien personas más influyentes de 2021. "El software que permite a los ordenadores hacer cosas que antes requerían la percepción y el juicio humanos depende en gran medida del hardware que ha hecho posible Jensen Huang", justifican desde Time, publicación propiedad de Marc Benioff (otro magnate tecnológico, fundador de Salesforce).

 "Cada día, ella escogía al azar diez palabras del diccionario y nos pedía que las deletreásemos"

Pero la historia de Huang no empezó en la Bahía de San Francisco, sino 6.000 millas al oeste, en la isla de Taiwán, donde nació en 1963. En una entrevista en la CNBC, el empresario contó que después de un viaje a Nueva York, su padre juró que enviaría a sus dos hijos a estudiar a los Estados Unidos. Mientras llegaba el momento, su madre les enseñaba inglés para prepararles, si bien no hablaba una sola palabra en ese idioma. "Cada día, ella escogía al azar diez palabras del diccionario y nos pedía que las deletreásemos y le dijésemos el significado", relató Huang.

A los nueve años de edad, pisó suelo estadounidense. Los dos niños asistieron a una escuela baptista en la zona rural de Kentucky, que Huang describió como "el internado más asequible de América", recoge el Financial Times. "Limpiar a diario los baños de un dormitorio de 150 chicos era parte del acuerdo", escriben en el diario inglés, citando al fundador de Nvidia, quien no obstante afirmó haber disfrutado cada minuto de esa experiencia, a la que definió como "formativa".

El salto a Silicon Valley

Con el tiempo se mudó a Oregón junto a su familia, donde estudió Ingeniería Eléctrica en la Universidad Estatal, para después cursar un máster de la misma especialidad en la Universidad de Stanford (California), en 1992. Hoy, un centro de innovación en ingeniería de Stanford lleva su nombre, después de que él y su esposa Lori donasen 30 millones para su construcción.

Tras graduarse, Huang diseñó chips en Advanced Micro Devices y LSI, hasta que un buen día tomaba algo con sus amigos Chris Malachowsky y Curtis Priem -que estaban descontentos con sus trabajos de entonces- y los tres decidieron crear su propia empresa, a la que en 1993 llamaron Nvidia. Según la web de tecnología Tech Times, el nombre combinaba las siglas NV, de next version (próxima versión) con la palabra latina invidia.

"De forma más reciente, el aprendizaje profundo en la GPU encendió la inteligencia artificial moderna"

"La invención por parte de la compañía de la unidad de procesamiento gráfico (GPU) en 1999 hizo posible el sombreado programable a tiempo real, el cual define los gráficos por ordenador modernos y más tarde ayudó a revolucionar la computación paralela", explican desde Nvidia. "De forma más reciente, el aprendizaje profundo en la GPU encendió la inteligencia artificial moderna, con la GPU actuando como el cerebro de ordenadores, robots y coches autodirigidos que pueden percibir y entender el mundo", añaden.

El último golpe de efecto de Huang es la adquisición de Arm, empresa británica de diseño de microchips (antes propiedad de SoftBank). Nvidia ofrece 54.000 millones de dólares, pero la oferta molestó en el Reino Unido, donde Arm es una firma estratégica. La cuestión de fondo es si Arm podrá vender libremente su tecnología a sus actuales clientes (Qualcomm, Samsung, Apple, Broadcom o Marvell), a pesar de ser competencia de Nvidia.

La Comisión Europea, a través de su vicepresidenta Margrethe Vestager, ha comunicado este miércoles que ha iniciado una investigación en profundidad por la preocupación que suscita la operación, que de llevarse a cabo podría resultar en una subida de precios de los chips, una menor capacidad de elección para los clientes y una disminución de la innovación en la industria de semiconductores.

A los 15 años, Jensen Huang era un "fenómeno" del tenis de mesa, algo que forjó su carácter, cuentan en la web de Stanford. "Soy intensamente competitivo y, cuando era adolescente, era capaz de lograr cosas sobrehumanas", relató Huang en aquella entrevista publicada en 2010. "Todo eso quedó grabado en mi memoria. Pero me di cuenta de que ahora solo soy humano. Fue una gran decepción. Fue demasiado duro. Así que ahora hago lo que hace la gente normal. Voy al gimnasio".

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