
Los principales índices bursátiles del planeta disfrutan de un año espléndido tras la fuerte caída experimentada en la primavera de 2020 por el coronavirus. Los selectivos de referencia en Europa acumulan en su mayoría revalorizaciones de entre el 15 y el 20%, mientras en Latinoamérica llega a pasar el 40% (Argentina) y en Asia la bolsa china es la menos floreciente de las grandes al subir solo un 3% el índice de Shanghai. El S&P 500 estadounidense, por su parte, sobrepasa el 20% de ganancia en lo que va de año, habiendo cerrado en máximos históricos más de 50 veces en 2021, pero la racha puede estar a punto de acabar.
El cofundador de DataTrek, Nicholas Colas, ha advertido en una nota a sus clientes de que el mercado de renta variable está cotizando como si las condiciones del entorno fuesen "perfectas" en un mundo "que sigue siendo claramente imperfecto". Se suma así a las voces que vienen avisando en los últimos meses de un mercado sobrevalorado, que, de hecho, ya lo estaba antes de la pandemia.
Colas señala siete grandes riesgos que pueden quebrar el rally alcista de la bolsa, especialmente en Wall Street. En primer lugar, recuerda que septiembre suele ser un mal mes para la bolsa estadounidense, con una rentabilidad negativa media del 1%. Sin embargo, reconoce que se trata de un dato más a tener en cuenta que algo de lo que preocuparse activamente.
En segundo lugar, avisa de posibles riesgos geopolíticos, especialmente dada la situación actual en Afganistán. La retirada de las tropas occidentales del país y el control de los talibanes hace imprevisible el escenario futuro en la zona. Eso, a su vez, puede conducir a un tercer riesgo que sería una nueva crisis del petróleo ante la posible inestabilidad de la zona. Y recuerda: "Las crisis del petróleo han causado más recesiones que cualquier otro tipo de suceso en los últimos 50 años". En este sentido, cabe recordar que la OPEP tampoco atraviesa por su momento de mayor acuerdo interno.
A ello hay que sumar la propia pandemia del coronavirus. Colas subraya que la expansión de la variante Delta -u otras nuevas, como Mu-, puede conducir a nuevos rebrotes de contagios en Europa y EEUU que, a su vez, lleven a los gobiernos a retomar medidas como los bloqueos económicos. "Las tasas de vacunación varían según la región y el país, por lo que la propagación del virus sigue siendo un problema", recuerda.
En quinto lugar, el cofundador de DataTrek pone el foco en la temporada de resultados empresariales del tercer trimestre. Las cifras corporativas que publiquen las compañías en la última quincena de octubre y la primera de noviembre pueden marcar el rumbo de las últimas semanas del año. Colas hace hincapié en que las expectativas de beneficios de las empresas de Wall Street han subido un 20% en lo que va de año, porcentaje similar al auge del propio S&P 500, por lo que unos datos que no vuelvan a sorprender al mercado pueden alimentar los fantasmas del fin de la recuperación.
La política estadounidense también es un factor a tener en cuenta, y abarca muy diversos frentes. Entre ellos se encuentra que finalmente no se apruebe la ley de infraestructuras que lleva en negociación desde hace meses, una reacción tardía del Congreso si se precisan nuevos estímulos fiscales por un frenazo de la recuperación, la nominación de un presidente de la Fed controvertido o la aplicación de medidas impopulares del banco central.
Finalmente, Colas advierte de la desaceleración de la economía china, con un PIB que pasó de crecer interanualmente un 18,3% en el primer trimestre a un 7,9% en el segundo, y que podría caer más en el tercero. Sus índices bursátiles reflejan la cautela: el FTSE China A50 (que aglutina a las 50 mayores capitalizadas del país) se deja un 14,5% en el año, mientras el de la bolsa de Shenzen cae un 2% y el de Shanghai sube apenas un 3%. En ese sentido, Colas apunta que el Gobierno chino tiene muchos frentes abiertos, "que van desde la mano dura hacia las grandes tecnológicas locales hasta la política de tolerancia cero frente a la pandemia".