La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha dado un giro inesperado a sus previsiones para el mercado de petróleo. El organismo, del que EEUU es su principal miembro, ha recortado drásticamente sus perspectivas de consumo para este año por el impacto de la variante delta del coronavirus y ha advertido que el mundo se enfrenta a un nuevo exceso de oferta para el próximo año, lo que implica el riesgo de un nuevo colapso de los precios del crudo. No hace ni un mes que la OPEP acordó aumentar la producción de petróleo con sus socios para frenar la escalada de los precios.
EEUU ha puesto en marcha toda su maquinaria para frenar la escalada de precios del petróleo en plena salida de crisis provocada por el coronavirus. Hoy ha puesto su grano de arena la AIE con un recorte drástico en el consumo global año y pronosticó un nuevo superávit en 2022.
Inesperado cambio en las perspectivas de la AIE después de animar en los últimos meses a la OPEP de aumentar la producción de petróleo para contener la subida de precios. Ahora el organismo, liderado por EEUU, afirma en su boletín mensual que el mercado petrolero puede volver a registrar superávit en 2022 si la OPEP+ continúa deshaciendo sus recortes y los productores que no participan en dicho acuerdo aumentan su oferta en respuesta a unos precios más altos.
De cumplirse las perspectivas de la AIE, la respuesta de los precios debería ser a la baja. Lo cierto es que la cotización diaria ha virado a números rojos. Tanto el Brent como el Texas bajan alrededor de un 0,5% hasta los 71 y 68 dólares. Los precios del petróleo han retrocedido un 6% este mes, por el riesgo de la variante delta y de que China ordene nuevos cierres. Aunque poca cosa, para las ganancias de más del 60% que lleva acumulado en los últimos doce meses.
El crecimiento para el segundo semestre de 2021 se ha rebajado de forma más acusada, ya que las nuevas restricciones por COVID-19 impuestas en varios de los principales países consumidores de petróleo, sobre todo en Asia, parece que van a reducir la movilidad y el uso del petróleo, ha explicado la AIE.
La demanda global cayó en 120.000 barriles por día (bpd) y el organismos espera que el consumo caiga en unos 500.000 bpd inferior en el segundo semestre del año.
A la vez, la AIE destaca que el suministro mundial de petróleo está aumentando rápidamente, después de que en julio los productores aumentaran la producción en 1,7 mb/d, mientras que se espera que la oferta aumente aún más después de que los países de la OPEP+ pactaran el pasado 18 de julio aumentar su producción en 400.000 barriles mensuales desde agosto y hasta que se eliminen los recortes restantes.
El informe se produce un día después de que EEUU aumente la presión a la OPEP para que haya un freno en los precios. Los principales asesores del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, están presionando a la OPEP y a sus aliados para que aumenten la producción de petróleo con el fin de hacer frente al aumento de los precios de la gasolina, que consideran una amenaza para la recuperación económica mundial.
El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, criticó a los principales productores de petróleo del mundo, entre ellos Arabia Saudí, por lo que consideró niveles insuficientes de producción de crudo. "En un momento crítico de la recuperación mundial, esto simplemente no es suficiente", señaló en un comunicado.
El mensaje de EEUU es contrario al de hoy de la AIE, pero van en la misma dirección: una caída de los precios del petróleo. También ha publicado su informe mensual la OPEP. El cártel cree que no se reducirá la demanda de petróleo prevista para 2021 y 2022. "La economía global continúa recuperándose", aunque la evolución de la pandemia será "el factor determinante en el ritmo de la recuperación, con la posible aparición de nuevas variantes o mutaciones como riesgo".
Las expectativas de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2021 se mantuvieron sin cambios con respecto a la evaluación del mes anterior, pero eleva una décima su previsión de crecimiento económico global para este año al 5,6%.
La OPEP estima que el consumo de crudo aumentará en 6 millones de barriles diarios (mb/d) hasta los 96,6 mb en 2021. Para 2022 espera que la demanda mundial de petróleo aumente en 3,3 mb/d, que supone dejar sin cambios sus estimaciones.