
Las bolsas de Europa prometen empezar la semana con pocas variaciones después de ser capaces de sofocar el conato bajista planteado la semana pasada. El rebote de corto plazo que han protagonizado en las últimas horas los principales protagonistas del mercado continental, no obstante, parece que ya está en sus últimos compases y sigue llamando la atención el hecho de que bolsas europeas no estén consiguiendo seguir la estela de Wall Street, donde los selectivos continúan registrando máximos históricos sesión tras sesión.
Y es que, la vinculación entre el comportamiento de ambas referencias (la europea y la estadounidense) vuelve a ser de nuevo determinante. Las bolsas de Europa deben estar pendientes de la evolución de uno de los mercados directores, el S&P 500, ya que su comportamiento puede ser clave para ellas.
"El soporte que venimos insistiendo vigilar de los 4.150/4.167 puntos del selectivo yankee es la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente correctivo bajista, dependiendo de si se mantiene o se pierde respectivamente", explica Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader.
"El hecho de que las bolsas europeas no estén consiguiendo seguir la estela de Wall Street, como si no se fiaran de los nuevos máximos que se han marcado al otro lado del Atlántico es algo que resulta inquietante y que invita a seguir manteniendo nuestra idea analítica de que los máximos que marcaron hace dos semanas las bolsas europeas, como son los 4.165 puntos del EuroStoxx 50, han sido un techo temporal en los ascensos y el punto de origen de una consolidación o corrección que aún podría ser más amplia o profunda antes de retomarse las alzas de un modo sostenible", incide el experto técnico en su comentario estratégico semanal.
En cualquier caso, por el momento el tono es consolidativo y para favorecer un contexto correctivo las caídas deberían de provocar la cesión de soportes como son los 4.040-4.050 puntos del EuroStoxx 50 (que son los análogos a los 4.150-4.167 del S&P 500).
En el caso del Ibex 35, que ya ha recuperado la mitad del último tramo bajista que lo llevó al selectivo español de los 9.310 a los 8.906 puntos, hay que vigilar la resistencia de los 9.200 puntos, ya que mientras que no recupere esa cota no dará signos de fortaleza.
"Mientras esto no suceda seguimos favoreciendo que los máximos que marcó el Ibex 35 en los 9.310 puntos han sido un techo temporal en los ascensos de las últimas semanas y el punto de origen de una caída que podría ser similar a la que vimos en enero o marzo pasado, que provocaron caídas del 9 y del 5% respectivamente desde su último máximo, lo cual supondría asistir a caídas hacia los 8.500 o los 8.800 puntos, donde recomendaríamos comprar renta variable española", explica Cabrero.
Un euro/dólar carente de "impulsividad"
El rebote que se vio la semana pasada en la cotización del euro/dólar no está teniendo continuidad en los primeros compases de la semana, lo que da muestras de su "timidez", sobre todo si atendemos a la fuerte caída previa que registró. "El par está dando muestras inequívocas de que adolece de una falta de impulsividad o fuerza, lo que nos sigue invitando a considerar las subidas de corto como vulnerables y previas a una caída que aún podría ir a buscar apoyo a los 1,17/1,1760 e incluso los 1,16 dólares por euro", asegura cabrero
Por su parte, el precio de la onza de oro trata de recuperarse con poca convicción de las caídas registradas a mediados de mes. El metal dorado suma ligeras alzas en el comienzo de la sesión pero no logra evitar que el mes de junio vaya camino de ser uno de los más bajistas del último lustro. A falta de tres sesiones para que se acabe, junio es ya el mes que arroja el peor bagaje mensual desde noviembre de 2016 al reflejar un descenso superior al 6% para la onza de esta materia prima.