Las fotos de británicos al sol del Algarve trascienden la anécdota del inicio del segundo verano en pandemia. Portugal disfruta desde el 17 de mayo de ser el único destino importante de Europa en la green list de Reino Unido. Un estatus al que podría incorporarse España esta semana, permitiendo a Meliá, Aena, Amadeus o IAG superar unas cautas previsiones y volar en bolsa.
Hay muchos argumentos para confiar en un verano mejor de lo esperado, que sirva de verdadero punto de inflexión para la recuperación económica de España y, sobre todo, para la reconstrucción de la industria de los viajes, la más dañada por el Covid. El principal, lo enuncia Jaume Puig, CEO y CIO de GVC Gaesco Gestión, con entusiasmo: "El negocio del turismo es el único que sale intacto de la pandemia, porque la tecnología no puede sustituir a la experiencia".
La reflexión tiene una base sólida, más allá de lo poético, con distintas claves que sirven para proyectar una superación de las pobres expectativas actuales, que en los últimos seis meses se han reducido un 25% en el caso de los ingresos de 2021, hasta quedarse a un 50% de 2019 -el último año sin pandemia- para el conjunto de empresas cotizadas del sector, entre las que se encuentran Meliá y NH, Aena, eDreams, IAG y Amadeus.
"Todas las encuestas apuntan a que viajar es una prioridad para los consumidores en los próximos meses, y el exceso de ahorro acumulado por las familias en Europa apoya que lo hagan", observa el experto de GVC Gaesco.
La demanda contenida no es solo una conclusión de los sondeos, es también una evidencia, aunque de momento solo de fronteras para dentro: "El incremento de las reservas de viajes nacionales fue de un 40% respecto a 2019 en la primera semana tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad del estado de alarma y de un 50% en la segunda", resume Nacho Vallina, responsable de Marketing de Buscounchollo.com.
La industria del turismo califica de "catástrofe" que no se cambie de ámbar a verde
Estas reservas tienen una características que solo se corresponden con la todavía elevada incertidumbre: "Son reservas de corta estancia, y más del 90% con cancelación gratuita y de cliente español, porque, de momento, la demanda extranjera sigue retenida", explica Vallina.
Una tendencia que podría volcarse desde la próxima semana, si Reino Unido cambia el estatus de España para viajar de ámbar, en el que le situó el 7 de mayo, a verde, ya que estar fuera de la (anhelada en toda Europa) green list significa que los británicos que decidan visitar el país están obligados a someterse a pruebas PCR antes y después del viaje y también a una cuarentena a la vuelta, con un coste medio en total, para acatar estas medidas de control de la pandemida de coronavirus, que alcanza cerca de 300 libras.
Reino Unido se comprometió a revisar esta lista cada tres semanas, un plazo que vence por primera vez la próxima. La decisión tendría aplicación desde el 7 de junio. Fuentes de la industria que prefieren no ser citadas reconocen que de prolongarse el estatus de ámbar a partir de julio sería "una catástrofe". En 2019, cuando se alcanzó el récord de 83,7 millones de visitantes extranjeros, los británicos suponían cerca de un 20% de esa cifra total, 18 millones, confirmándose como principal mercado emisor y también como el que alcanzó más gasto por turista. Una proporción que se mantuvo en un catastrófico 2020, que el sector necesita olvidar este mismo ejercicio.
"Vista la evolución de los contagios, así como a la buena progresión en las tasas de vacunación, lo lógico sería que España pasara a la categoría verde, y de ser así es de esperar que las reservas de hoteles y vuelos por parte de turistas británicos de acelere en las próximas semanas", reconoce Albert Garrido, gestor de MoraBanc. "Según el CEO de Meliá, la situación hoy es mejor que hace un mes, pero la visibilidad es baja y esperan llegar a un 50% de la facturación de 2019. La mejora desde aquí en cuanto a reservas de cara al verano depende en gran parte de esta noticia", incide Gonzalo Lardiés, gestor en Andbank.
"Esta medida sería muy importante para nuestro país, ya que en estos momentos otros destinos de Europa ya catalogados como zona verde por el Gobierno británico nos han tomado la delantera para el verano y podría originar una tendencia más o menos sostenible en futuros años", advierte Francisco Blasco, responsable de renta variable de Imantia. "En caso de que Reino Unido mejore su percepción de viajar a España, otros países podrían ver también con mejores ojos venir a España", coinciden en Renta 4.
Con esta perspectiva, "tiene sentido tomar posiciones en empresas relacionadas con turismo, porque va a pasar algo parecido a lo ocurrido con el sector manufacturero, para el que la demanda ha sido superior a la que se preveía, una situación que los viajes todavía no han podido vivir", considera Jaume Puig, para el que "la recuperación entera de la industria no está puesta en precio en bolsa".
Según continúa, "hay que tener en cuenta, además, el efecto de recuperación del tiempo de perdido, que supondrá que el rebote se prolongue en el tiempo hasta que el gasto en turismo quede un 20% por encima de 2019 en dos o tres años".
"Las cotizadas estaban saneadas y no han tenido problemas de liquidez para afrontar la hibernación, y han ajustado costes, mejorado de márgenes, lo que les coloca en una situación de salida incluso mejor que en 2019, con Meliá o Aena como principales beneficiadas", concluye el experto de GVC Gaesco.