Su compromiso con la sostenibilidad es lo que ha contribuido a la alta puntuación que obtiene Endesa en los principales rankings ESG (que califican a las empresas en base a criterios ambientales, sociales y de buen gobierno), explican Ángel Fraile, director de Planificación de Sostenibilidad y gestión de grupos de interés, y Adolfo García Nombela, director financiero corporativo de Endesa. La compañía -que lidera el ranking ESG de elEconomista- forma parte del DJSI World (en el que lleva ya 20 años consecutivos), de los índices Ftse 4Good y de los selectivos Euronext Vigeo-Eiris World 120. Consulte todas las noticias sobre inversión sostenible en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
¿Por qué sale tan bien en la foto ESG una compañía en la que el carbón aún representa un 13% de la capacidad instalada?
Ángel Fraile: Tenemos una apuesta decidida por la descarbonización de nuestro sector y de otros a través de la digitalización. Esto tiene que ver con apostar fuertemente por renovables y cerrar el carbón. En cada plan industrial estamos aumentando el nivel de reducción y acortando los plazos [para esa descarbonización]. En 2020 hablábamos de que para 2030 alcanzaríamos una reducción de un 70% de las emisiones de CO2. En el de este año, ya hablamos de un 80%. A partir de 2021, el carbón va a tener una presencia residual, y estará cerrado en 2027.
Su objetivo es que casi un 90% de la producción esté libre de emisiones a partir de 2023.
Adolfo García Nombela: Es una de las metas del plan presentado a finales de 2020, con 3.300 millones de inversiones en renovables y con esa idea de que en torno al 90% de la generación peninsular no tenga emisiones. Es un dato muy significativo, que nos sorprende que aún no esté en la calle. A eso se suman 2.600 millones en digitalización, ya que tenemos una visión global, basada en el "descarbonizo y ayudo a descarbonizar". Y para eso necesito infraestructuras.
¿Apreciaron una mejora en la puntuación que reciben de las agencias de evaluación ESG una vez que la compañía empezó a descarbonizarse?
Á.F.: Es una pregunta muy técnica, porque dependiendo del ranking se analizan unos criterios u otros. Pero sí que ha supuesto una mejora, ya que tanto la situación actual como la previsión están siendo mucho más agresivas. Y como son índices muy competitivos, si no mostrásemos esa evolución, es posible que estuviésemos fuera de ellos.
¿Qué aspecto pesa más cuando esos proveedores externos les valoran? ¿La E (el medio ambiente), la S (cuestiones sociales) o la G (la gobernanza)?
Á.F.: Depende del índice. En nuestro sector, está bastante equilibrado, es decir, se le otorga algo más del 30% a cada uno de esos pilares, generalmente. Hay índices, como los de MSCI, en los que la parte medioambiental pesa muchísimo. En el Dow Jones puede que el ambiental esté en un 39%. Y en otros, como Vigeo, la parte social pesa más.
Por parte de MSCI reciben un rating de sostenibilidad de AA, es decir, no llegan a la máxima calificación, la triple A.
Á.F.: Cierto... y es algo que, por así decirlo, escuece, ya que la puntuación necesaria para entrar en la familia de índices ESG Leaders de MSCI es un 8,6, y en la última revisión obtuvimos un 8,5. Esa diferencia tan pequeña puede deberse a algún aspecto social. En MSCI las revisiones son semestrales, y presentan cierto decalaje respecto a la información publicada. En el próximo análisis, que se publicará en junio, no prevemos cambios, ya que tendrán en cuenta la información del año anterior, pero cuando la actualicemos a finales de año es probable que mejoremos en puntuación.
¿Se puede cuantificar la entrada de inversores en Endesa a raíz de la 'fiebre' sostenible?
Á.F.: En términos porcentuales no se ha producido un crecimiento dramático año a año, pero sí es mantenido. Endesa cuenta con al menos 212 inversores institucionales extranjeros socialmente responsables (casi el doble de los que sumaba en 2015), que representan el 14,9% del capital social y el 50% del capital flotante.
"¿Emitir un bono verde? Quizá en 2023, por nuestro volumen de deuda, nos tengamos que replantear qué alternativas de financiación son más eficientes", explica García Nombela
Los analistas financieros aún no valoran demasiado la parte ESG, o al menos no la reflejan con amplitud en sus informes.
Á.F. El mundo de la inversión ESG es complejo. El foco ahora está puesto, con mucha diferencia, en el cambio climático.
El índice de energías limpias S&P Global Clean Energy se ha desconcentrado de 30 a 81 valores y Endesa no figura entre ellos.
A.G.N.: El motivo es que Enel, la cabecera del grupo, sí está presente. Estos índices cuentan con un criterio de sociedades vinculadas, para estar suficientemente diversificados.
¿Cuánto pesa la financiación sostenible sobre el total de la deuda?
A.G.N.:Tenemos como objetivo que en 2023 el 60% de deuda tenga clausulado de sostenibilidad. Estamos camino ya del 50%. Lo que estamos haciendo es esperar a que vayan llegando los vencimientos y, al realizar las renovaciones, incorporamos ese clausulado de sostenibilidad, ya sea con bancos o en los mercados de capitales.
¿En qué medida abarata la financiación un préstamo de este tipo?
A.G.N.: Hay debate al respecto, y coyunturas. Claramente podemos hablar de 6, 7, 8, 10 puntos básicos; para producto bancario quizá 5 ó 6 puntos básicos. Hablamos de lo que nos supone a nosotros, teniendo en cuenta que ya somos sostenibles. La comparación de cuál sería el coste si no tuviéramos ese componente de sostenibilidad es imposible, pero la distancia puede ser enorme.
¿Es excesiva la penalización a las compañías que no pueden pedir crédito sostenible?
A.G.N.: Estamos en un momento el que se están poniendo las reglas del juego. Las empresas en las que la sostenibilidad no ha terminado de llegar se verán forzadas a incorporarse. Pueden ser industrias de partida contaminantes, pero el mercado lo que premia es su esfuerzo por contaminar menos.
¿Cuál es su coste de financiación? ¿Y la vida media de la deuda de Endesa?
A.G.N.: El coste medio, que es el más bajo de todas las utilities europeas, es del 1,7%. Y prevemos seguir bajándolo. Y en vida media estamos en torno a 4 años y medio, bastante en línea con el sector.
Por ahora no han emitido bonos verdes.
A.G.N.: No, aunque Enel sí. De hecho, fue de las primeras en hacerlo. Endesa ha encontrado ahora mismo unas condiciones óptimas de financiación tanto en los bancos como en el mercado de los pagarés [la compañía ha sido la primera en aprovechar la iniciativa de la CNMV que exime de la presentación de folleto a las emisiones de pagarés con vencimiento menor a un año], como en el apoyo del Banco Europeo de inversiones.
¿No veremos, entonces, un bono verde de Endesa?
A.G.N.: Tendría que darse si identificamos la necesidad. Nuestro volumen de deuda rondará los 10.000 millones de euros en 2023, quizá entonces nos tendremos que replantear qué alternativas de financiación son más eficientes.