
El beneficio neto de Endesa alcanzó los 491 millones de euros durante el primer trimestre del año, lo que se traduce en un descenso del 41,8% frente a los 844 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Los resultados de la energética se han visto afectados en el primer trimestre por el impacto del Covid- 19, así como el escenario alcista de precios del pool y de las commodities -adicionalmente al efecto de la borrasca Filomena-, unido a un endurecimiento de las condiciones competitivas de comercialización. Además, hay que tener en cuenta unos menores extraordinarios, ya que el ejercicio pasado registró un impacto positivo por la reversión de provisiones de más de 500 millones tras la firma del nuevo convenio colectivo.
La caída del beneficio ordinario neto de Endesa fue de un 40,9%, mientras que en términos comparables respecto a los 564 millones de 2020 (eliminando el efecto neto de las provisiones registradas el año anterior), el descenso es del 13%, tal y como indica la compañía.
La compañía también registró caídas en el beneficio bruto de explotación (EBITDA), en este caso del 31% respecto al mismo trimestre de 2020, ya que en los primeros tres meses del año se situó en 1.019 millones de euros. A pesar de este descenso, con dicha cifra la empresa logra mantenerse en línea con los objetivos comunicados previamente "a pesar de las difíciles condiciones del mercado", tal y como indicó en la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En cuanto al resultado de explotación (EBIT) cayó un 45,0%, hasta los 615 millones de euros.
Por su parte, los ingresos de la eléctrica fueron de 4.993 millones de euros en el primer trimestre, un 1,5% por debajo de los 5.069 millones de euros obtenidos en el primer trimestre de 2020.
Confirma objetivos
A pesar de la caída tanto en el beneficio como en el EBITDA, Endesa confirma sus objetivos financieros para 2021 anunciados el pasado mes de noviembre, con un resultado bruto de explotación de 4.000 millones de euros y un beneficio ordinario neto de 1.700 millones de euros, ya que considera que las excepcionales condiciones del primer trimestre se irán normalizando.
El consejero delegado de la firma, José Bogas, señala que "hemos afrontado un complejo y turbulento contexto de mercado en el inicio del año, y confiamos en ir normalizando la situación en los siguientes trimestres".
La empresa ha reiterado al mercado su firme compromiso con la senda de descarbonización, y ha superado hasta marzo el objetivo de generación en la España peninsular exenta de emisiones de efecto invernadero establecido para 2023 (89%), al lograr un 91%. Endesa ha elevado su cartera total de proyectos renovables hasta los 44.400 MW -desde 41.800 MW a cierre de 2020- y de ellos, 6.500MW cuentan con derecho de acceso y conexión a red. La compañía tiene en ejecución 2.300MW de nueva potencia renovable, lo que da seguridad respecto al objetivo de conectar 700 MW en 2021.
En cuanto a la evolución del mercado de comercialización de electricidad, las ventas caen un 3% en comparación con el primer trimestre de 2020, lo que se explica por el impacto pleno en 2021 de los efectos del covid, respecto al efecto de la pandemia que se registró principalmente en la segunda quincena de marzo del año pasado.
Por su parte, la evolución financiera del mercado liberalizado se ha visto impactada positivamente por la regularización de diversos conceptos heredados de ejercicios previos con un saldo neto de 150 millones. En concreto, al inicio del año se ha registrado una regularización por importe de 188 millones procedente de la reducción sufrida en la retribución del año 2006, cuando entró en vigor el sistema de asignaciones de CO2.
Por otro lado, la compañía más que duplica su flujo de caja en el primer trimestre, alcanzando 583 millones, mientras que la deuda neta a cierre de marzo alcanzó los 7.500 millones, lo que supone un alza de 600 millones derivada principalmente del pago del dividendo a cuenta de los resultados de 2020 realizado en el mes de enero.