
El sector automovilístico y las monarquías mundiales comparten en su ADN un gusto especial por la endogamia. Desde las primeras grandes marcas hasta las más recientes han llevado a cabo inversiones (en algunos casos mayoritarias) en otras firmas del sector, bajo el paraguas de distintos objetivos como pueden ser el puro mercadeo de conocimientos y tecnologías, los proyectos comunes o, simplemente, como forma de conseguir una rentabilidad adicional a su negocio.
Sea por lo que fuere, lo cierto es que actualmente hay casi 80.000 millones de euros de inversiones cruzadas entre las principales marcas automovilísticas mundiales (138.000 si incluimos el conglomerado Porsche-Volkswagen). La última operación fue anunciada la semana pasada por Renault al vender las acciones que tenía de Daimler (poseía un 1,54% de su capital) por 1.143 millones con el fin de reducir su alto endeudamiento. Pese a esto, aseguraron que su asociación industrial con la matriz de Mercedes permanece intacta. Prueba de esta sociedad es que Daimler también tiene una participación en la francesa, en este caso, del 3,1% (357 millones con el valor actual de mercado). No es lo único que tienen en común estas dos automovilísticas ya que Nissan, el gran socio industrial de Renault (en la que ostenta un 15% de su capital), también tiene una participación del 1,54% en la alemana. A su vez, Renault es el accionista mayoritario de la nipona con más de un 43% en una participación que supera los 8.500 millones de euros, más del 75% del valor total de la propia Renault.
Pero en esta historia hay un cuarto protagonista, que llegó a escena en 2018 y es Geely. El gigante automovilístico chino, a través de su propietario, Li Shufu, compró el 9,7% del accionariado de Daimler (además de casi el 5% de Volvo) con el objetivo de tener acceso a su tecnología, especialmente en materia de coches eléctricos y poder realizar una joint venture en un futuro, como así anunciaron en 2020 en torno a la marca de coches Smart. De forma paralela, la también china BAIC tiene un 5% en Daimler mientras que esta tiene un 30,4% de la primera, un 3,3% en Nissan y un 3,1% en Renault.
Pero la familia euro-asiática no acaba ahí, ya que, a su vez, Nissan, en una jugada maestra, compró un 34% de Mitsubishi en 2016 aprovechando un desplome del precio de sus acciones de más del 50% después de verse involucrada en un escándalo por la alteración de las emisiones. Además de echar una mano a su compatriota, Nissan ha conseguido la tecnología necesaria para fabricar los vehículos híbridos, en los que Mitsubishi era pionera.
Si a nivel mundial ya existe una gran endogamia dentro del sector, en Japón van un paso más allá. Al control que ejerce Nissan sobre Mitsubishi Motors (solo sobre la empresa automovilística, no sobre el conglomerado total), hay que añadir sendas participaciones de Honda y de Toyota. A su vez, Mitsubishi las tiene en Honda, Suzuki y Mazda, teniendo estas dos últimas posiciones pequeñas en Toyota y esta a su vez un 20% en Subaru.
Fuera de este círculo de amor, pero sin salir del Viejo Continente, está el conglomerado Volkswagen, que a través del holding de Porsche, tiene el 53% de la marca Volkswagen, que a su vez es la dueña de la marca Porsche y de Audi, entre otras. Otra pareja que no se mezcla es Hyundai, con un tercio del capital de KIA.
Por último, hay que recordar que Fiat-Chrysler y PSA (Peugeot) se fusionaron formando Stellantis. Uno de los principales accionistas del holding es la italiana Exor (Agnelli), dueña a su vez de Ferrari, de la que tiene un 24%. La china DongFeng (fundada por Mao Zedong en 1968) también tiene una posición del 5,6% en Stellantis, la cual compró a General Motors. Las americanas han sido las más castas en este sentido, manteniéndose solteras salvo algunas excepciones temporales, así como la alemana BMW.
Buenas recomendaciones
El sector, como muchos otros, pasó por un shock tremendo en la primera parte del año pasado a causa del Covid, del que poco a poco se está recuperando, a la vez que afronta el reto ineludible de dar el paso definitivo hacia los vehículos ecológicos a través, sobre todo, del eléctrico.
Así pues, desde el comienzo del año, el sectorial europeo se anota un 16%, siendo el tercero más alcista y recuperando niveles de mayo de 2018. Dentro del mismo, imperan las recomendaciones de compra, especialmente fuertes en Honda, Daimler, Kia y Stellantis mientras que solo Mazda recibe un consejo de venta.
El lunes Volkswagen presentó sus resultados finales del ejercicio 2020 sin sorpresas, aunque mejorando el objetivo de márgenes. Este martes, sus títulos se anotaron un 6,5% en bolsa.