
En el marco del auge que las bolsas llevan experimentando una vez superado el shock inicial de la pandemia, Wall Street tiene una nueva moda: las SPAC (Special Purpose Acquisition Companies). Estos vehículos de inversión constituyen caparazones que cotizan en bolsa y se crean con un propósito: fusionarse en un plazo determinado con empresas reales que prometen un potencial recorrido y que necesitan una ingente financiación para terminar de despegar, pero no tienen músculo para salir a bolsa por sí mismas. En el argot bursátil se habla de 'cheque en blanco' para una próxima fusión inversa.
Nadie quiere quedarse fuera de una 'fiesta' que en los últimos 15 meses ya acumula 474 SPAC en las que se han recaudado hasta 156.000 millones de dólares, según recoge Bloomberg. A los habituales rainmakers que pululan por los mercados buscando soltar financiación fresca se quieren sumar figuras del deporte como el exjugador de la NBA Shaquille O'Neal o el exjugador de béisbol Alex Rodríguez, expolíticos como el republicano Paul Ryan o artistas como el rapero Cassius Cuvée. ¿Se están introduciendo en una burbuja?
En privado, pero cada vez más públicamente, los profesionales financieros advierten de que esta película terminará mal para los inversores y directamente plantean dos preguntas: cuándo y en qué medida. Cada vez más miembros del ecosistema SPAC -una mezcla de gestores de fondos de cobertura, negociadores de capital privado, banqueros, abogados y una amplia variedad de promotores- , se dan cuenta de que se está entrando en un terreno de exceso con valoraciones de auténtica broma y hechos relevantes más que cuestionables.
Prueba de las cotas que está alcanzando esta fiebre es el aluvión de celebridades que quieren entrar en el 'mundillo' para forrarse apostando antes que nadie por un proyecto ganador. Rodríguez, el exjugador de béisbol ahora empresario relató recientemente a Bloomberg que su objetivo era construir "los Yankees de los SPAC", en alusión metafórica al que fuera su equipo.
El rapero Cassius Cuvée también se encuentra entre los creyentes. Icono del hip-hop y autoproclamado entusiasta del cannabis, Cuvée fue 'evangelizado' por un amigo que le contó las bondades de las SPAC después de que el sitio de fantasy-sports DraftKings irrumpiera en el mercado de valores con una, despejando el camino para la empresa de turismo espacial de Richard Branson, la startup de vehículos eléctricos Nikola y todas las que han venido detrás. El rapero, que incluso ha escrito unos versos dedicados a esta forma de invertir en bolsa, afirma que tiene alrededor de 500.000 dólares invertidos en 40 o 50 SPAC diferentes, una cosecha que empezó haciendo caso a lo que leía en Twitter o veía en la televisión, pero que ahora, dice, ha refinado.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Las SPAC surgieron por primera vez en la década de 1980 y durante mucho tiempo fueron relegadas a las conocidas como 'hojas rosas', donde predominaban las 'acciones de a centavo'. Hasta hace poco se las consideraba como el último recurso para aquellas empresas que buscaban financiación. Pero la pandemia y los bajos tipos de interés han cambiado el panorama de la inversión y el 'rally de todo' que ha habido no ha sido ajeno a las SPAC. Impulsados por la codicia y el aburrimiento, millones de inversores aficionados, alentados por las redes sociales, han ido tanto a por 'acciones meme' como a por fórmulas como las SPAC. En lo que va de año ya se contabilizan 226 con unos 73.000 millones recaudados, representando más del 70% del mercado de Ofertas Públicas Iniciales. Por lo general, las SPAC tienen dos años para cerrar un trato y permitir que las empresas 'agraciadas' eludan el laborioso proceso para salir a bolsa por los cauces tradicionales.
Entre las más destacadas recientemente está la del fabricante de vehículos eléctricos Lucid Motors, que, en medio del alboroto de los foreros Reddit, se fusionó con el vehículo de inversión impulsado por el rainmaker Michael Klein. El valor combinado en ese momento aumentó rápidamente a aproximadamente 57.000 millones, un tamaño mayor que el de Ford.
Otro caso es el de la joven empresa Archer Aviation, cuyo plan es construir taxis voladores que puedan llevar a los pasajeros rápida y silenciosamente por encima del tráfico terrestre por el precio de un Uber de 50 dólares. Archer ha logrado aterrizar en la Bolsa de Valores de Nueva York como si de un Boeing o un Airbus se tratase gracias a una SPAC orquestada por Ken Moelis, otro destacado rainmaker. Este caso pone de relieve que las SPAC tienen mucho margen de maniobra para valorar los negocios que compran. A diferencia de las OPI tradicionales, donde se pone el foco en los resultados financieros, las SPAC pueden basarse solo en proyecciones.
El bufete Lowenstein Sandler: "Cualquier cosa que detenga este mercado alcista pondrá su primera mirada en las SPAC"
Los peligros de este entramado son los habituales, ya sea en acciones meme, 'puntocom', hipotecas de alto riesgo o bulbos de tulipanes: codicia y arrogancia. Hay que tener en cuenta que si a un lado están las personas que lanzan la SPAC y se enriquecen ahora, al otro están aquellos que compran acciones de las mismas y esperan enriquecerse más tarde. Los administradores de fondos dicen que algunas SPAC están apostando por empresas que no hace mucho tiempo estaban luchando por recaudar dinero de inversores privados amantes del riesgo. Se ha convertido en auténtico un mercado de vendedores: algunas empresas van de una SPAC a otra, buscando mejores condiciones. "La gente ha ganado mucho dinero y no se dan cuenta de que no es sostenible", dice Sahm Adrangi, fundador y director de inversiones de Kerrisdale Capital Management, un fondo de cobertura con sede en Nueva York que hace apuestas en corto contra empresas, incluidas las SPAC.
Además, la historia de los SPAC no está del lado del público inversor. Según Bain & Co, el 60% de las SPAC que adquirieron negocios entre 2016 y 2020 se han quedado rezagados con respecto al S&P 500. A finales de enero, alrededor del 40% de estas SPAC cotizaban por debajo de sus precios iniciales. La SEC ha estado haciendo ruido sobre las SPAC durante meses. Después de advertir sobre posibles problemas en septiembre, la agencia regresó en diciembre con una nueva guía para aclarar posibles conflictos y exactamente cuánto dinero pueden ganar los patrocinadores de las SPAC.
Los banqueros más escépticos prevén, a su vez, que el fin comenzará en 12 o 18 meses, a medida que la cosecha actual de SPAC se acerque al final de su ciclo de vida de 24 meses y algunos fundadores busquen adquisiciones en lugar de devolver el dinero a los inversores. Tener que cerrar tratos, sean cuales sean los términos, pondrá fin a los días del dinero fácil. Eventualmente, gran parte del mercado desaparecerá. "Cualquier cosa que detenga este mercado alcista pondrá su primera mirada en las SPAC", sentencia asimismo Steven Siesser, socio del bufete de abogados Lowenstein Sandler. "Ellos serán la primera víctima".