
En enero y febrero, en todo el mundo se emitieron 45.420 millones de dólares (37.700 millones de euros al cambio actual) en bonos verdes. La cifra supera en un 29,7% la de los dos primeros meses de 2020, que rondó los 35.500 millones de dólares. Así lo reflejan los datos mensuales de la Climate Bonds Initiative (CBI), organización de referencia en este tipo de emisiones.
Estos datos se refieren exclusivamente a la deuda verde (aquella en la que la financiación se destina a proyectos que tienen un impacto positivo en el medio ambiente), no a la social (dirigida a sanidad, servicios sociales, empleo...) ni a la sostenible (que combina características de las dos anteriores).
En 2020, las colocaciones con sesgo climático crecieron un 1,1% a nivel global, pero venían de hacerlo un 55% en 2019
2020 ya fue un ejercicio récord en emisiones mundiales con sesgo climático. Se alcanzaron los 270.000 millones de dólares (en euros, 224.000 millones), ligeramente por encima del dato de 2019, un 1,1% más arriba para ser exactos. Es cierto que ese 1,1% supone una subida muy tímida, pero el mercado de deuda verde venía de crecer un 55% entre 2018 y 2019. Y, en realidad, desde 2014 -año a partir del cual la CBI ofrece datos- el volumen total de colocaciones no ha hecho más que subir.
En el mapa mundial, España se situó el año pasado como el décimo mayor emisor, y como el quinto de la Unión Europea, solo por detrás de Alemania, Francia, Países Bajos y Suecia. Esto, incluso sin haber realizado todavía su megacolocación soberana, que se espera para este año, siguiendo los pasos de países vecinos como Alemania o, esta misma semana, Italia.
En lo que llevamos de 2021, en España las grandes protagonistas en emisiones verdes han sido Iberdrola y CaixaBank. El pasado 2 de febrero, con el optimismo bursátil como telón de fondo, ambas llamaban a las puertas del mercado para colocar deuda climática. La eléctrica marcó un récord de financiación a nivel mundial, al emitir el mayor bono híbrido verde de la historia, por 2.000 millones de euros. La demanda fue 5 veces superior a la oferta, de 10.000 millones. Por su parte, CaixaBank colocó el que fue su segundo bono verde, por 1.000 millones, en una operación para la que la demanda rebasó los 3.700 millones.
Relacionados
- Un apetito récord: los fondos sostenibles globales captaron 255.000 millones de dólares en 2020, según BofA
- Rhodri Preece (CFA Institute): Existe una gran demanda de expertos en sostenibilidad, y una escasez de talento
- Las emisiones de bonos verdes, sociales y sostenibles suben un 54% en 2020 en España y superan los 15.000 millones