Los asesores financieros se decantan por mantener posiciones en el mercado de cara a los próximos tres meses. Esta es la principal conclusión de la segunda encuesta trimestral EFPA-elEconomista, que nace de la colaboración entre este medio de comunicación y la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España.
El sondeo se ha realizado entre un total de 576 miembros de esta organización, a los que se les plantearon las siguientes preguntas: en el próximo trimestre ¿prevé subir, bajar o mantener su exposición a renta variable?; ¿y a renta fija?; y, en tercer lugar, ¿prevé subir, bajar o mantener su exposición a renta variable española frente a la europea?
A la primera pregunta, el 53% de los encuestados afirmó que mantendrá su exposición a bolsa, y otro 39% que la elevará. Solo un 8% de los expertos prevé reducir el peso de la renta variable. Respecto a la segunda cuestión, el 54% de los profesionales de EFPA señaló que mantendrá el peso de la renta fija en cartera, y un 41% lo reducirá. Y en lo relativo a la tercera pregunta planteada, España gusta menos que Europa de cara a los próximos tres meses: el 49% de los asesores financieros bajará el peso de la bolsa española frente a la europea y solo el 13% lo aumentará.

Valoraciones altas
Tiene sentido que los porcentajes más abultados recaigan en el mantener, particularmente en lo relativo a la bolsa, cuyo peso en cartera ha ido aumentando en los últimos meses, tal y como revelan los resultados de la encuesta anterior (que se publicó en noviembre, y en la que más del 80% de los asesores afirmó que aumentaría su exposición a bolsa). Pero el momento actual es distinto. Con unas valoraciones ya elevadas, y un ambiente de incertidumbre en torno al ritmo de vacunación contra el coronavirus, y a sus nuevas cepas, todo parece llamar a la cautela. La recuperación y el camino hacia la normalización ya han comenzado, pero no se sabe cuándo se logrará la ansiada vuelta a la normalidad, ni qué piedras pueden aparecer en el camino (piedras que los inversores pueden ver como excusas para deshacer posiciones).
Dentro de esa cautela, los asesores financieros miran, de cara al próximo trimestre, más a Europa que a España. El año pasado -y a pesar de que este país aprovechó como ninguno el rally bursátil de noviembre- el EuroStoxx 50 sacó 10 puntos de ventaja en rentabilidad al Ibex 35, al dejarse un 5,1% en 2020 frente a la caída del 15,4% que experimentó el índice español de referencia. En lo que llevamos de 2021, esa brecha es mucho más pequeña, de solo 0,7 puntos porcentuales (aunque ha llegado a ser de 4 puntos), pero los expertos se muestran cautos con el mercado español, que probablemente es, entre los principales mercados del Viejo Continente, el que peor se recuperará del daño causado por la pandemia.
Las heridas que ha sufrido el Ibex 35 durante la pandemia son más profundas que las de otros países, debido a factores como la escasa presencia de tecnológicas en el índice, o el peso que en él tienen el turismo y los bancos, que tanto padecieron el año pasado. Respecto a cómo de caras o de baratas se pagan las ganancias del índice, a día de hoy el inversor abona un PER (Price to Earnings Ratio, la relación entre el precio y el beneficio esperado) de 17,6 veces por los beneficios esperados para el Ibex los próximos 12 meses. Curiosamente, la ratio es exactamente la misma para el europeo EuroStoxx 50.
Solo un 5% comprará deuda
Tampoco sorprende que, pese a que más de la mitad de los encuestados piense mantener su exposición a deuda en cartera, un 41% continúe pensando en reducirla y solo un 5% prevea aumentarla. Con un escenario de tipos cero que se prevé de larga duración, el escenario para la renta fija se torna cada vez más oscuro, más aun si se tienen en cuenta las tensiones inflacionistas, que constituyen uno de los principales temores para los profesionales del mundo de la inversión.
Este replegar velas llega después de que el dinero invertido en los fondos de deuda tocase máximos históricos el pasado mes de diciembre en España. Esto, a pesar de que el inversor tiene más posibilidades de perder que de arañar algo de rentabilidad con este activo.