Santander ha lanzado el primer bono sostenible enfocado a particulares. Su vencimiento es a tres años y los fondos que se capten con él se destinarán a financiar proyectos de energía eólica y solar. Su rentabilidad estará ligada a la evolución del EuroStoxx 50 ESG-X (un índice europeo que aplica filtros de exclusión para descartar a compañías con actividades que se consideran controvertidas).
Este producto, cuya suscripción mínima es de 5.000 euros, no será accesible para cualquier particular, sino para clientes del banco en los segmentos de empresas, rentas altas, banca privada, microempresas, intermediarios financieros e instituciones privadas.
La particularidad de esta emisión es que vaya dirigida al minorista. Santander debutó en el mercado de bonos verdes en octubre de 2019, con una colocación para institucionales por 1.000 millones de euros y en junio de este año llegaba su segundo bono verde, una emisión sénior no preferente por otros 1.000 millones. La entidad se ha comprometido a ser neutra en carbono -compensando las emisiones que genera- ya en 2020.
Un ejercicio de récord
Este año está siendo magnífico en lo relativo a emisiones sostenibles en España. Solo hasta el 10 de noviembre, se habían emitido 13.068 millones de euros en bonos verdes, sociales y los propiamente llamados sostenibles (que vienen a ser una mezcla de los dos anteriores). La cifra supera en un 34% la que, según los datos del Observatorio Español de la Financiación Sostenible (Ofiso), se alcanzó en todo 2019. Junto a Santander, este año han colocado deuda de este tipo CaixaBank (con un bono social en julio, y otro verde en noviembre, ambos por 1.000 millones) o BBVA (con 1.000 millones sociales en mayo, y otros 1.000 millones verdes en julio). En 2021, este mercado se ampliará enormemente, ya que el Tesoro español emitirá un bono verde por 20.000 millones de euros.