
Una crisis inédita, provocada por una pandemia, que está dejando reacciones inéditas en la eurozona, gracias a las contundentes respuestas que han llegado desde la política monetaria y fiscal, con las compras de deuda de emergencia y los fondos de reconstrucción como principales exponentes. El primer dinero del SURE -el programa para la protección del empleo- ha empezado a llegar los socios de la Unión Europea (UE) y los bonos de referencia de los estados periféricos lo están reflejando profundizando en nuevos mínimos.
Este miércoles, el movimiento más destacado fue el del interés que se exige a la deuda con vencimiento a 10 años de Portugal -las P de los PIGS de la crisis del euro-en el mercado secundario, que se quedó a apenas un punto básico del 0%. Es decir, rozó que los inversores paguen por financiar al país en el plazo de referencia.
Y no tiene nada que ver (o poco) con el que antes de la pandemia se conoció como el milagro económico de Portugal, ni con que presente un cuadro macroeconómica mucho mejor que sus socios europeos. Tiene que ver con que de esta crisis se ha asumido que se va a salir con mucha más deuda, pero mucho más barata y sostenible.
En este sentido, la prima de riesgo de Portugal (el diferencial respecto al bono a 10 años de Alemania) está hundida en mínimos de antes de la pandemia, los 60 puntos básicos hasta los que no caída desde enero. En 63 enteros, también en zona de suelo anual, se encuentra la prima de riesgo de España -la S de los PIGS-.
Y este martes, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, anunció en la clausura del I Congreso Internacional de Directivos, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), que el Tesoro dejará de emitir otros 5.000 millones de euros en el mes de diciembre, respecto a los previsto tras el shock de la pandemia, tras reducir ya en 15.000 millones el objetivo de emisión en octubre.
España, también en mínimos
El interés que se exige a la deuda de España de referencia se encuentra en el 0,065% -zona de mínimos del año y apenas a 3 puntos básicos del suelo histórico de agosto de 2019, el 0,035%-, a pesar de que la deuda pública total superará el 120% del PIB al cierre de 2020.
Este sobreapalancamiento, que han acelerado la recesión histórica y el aumento del gasto social derivados de la crisis por el coronavirus, no impide que se mantengan la sostenibilidad de la deuda. De hecho, el coste medio de toda la deuda en circulación de España sigue disminuyendo, tras caer del 2% ya en junio. Un abaratamiento que garantiza que la factura de intereses se mantenga cercana al 2% respecto al PIB en este 2020, por debajo del coste de financiación de Italia, muy lejos del último pico de la crisis del euro, y en línea con la media de la UE.