IBM, Intel, Alphabet, Atos, Microsoft y muchos otros pugnan por ser los primeros en crear superordenadores cuánticos capaces de lo imposible. Estas son las empresas para invertir en cúbits.
Valentina Tereshkova fue la segunda persona en salir al espacio exterior y el Luna 2 fue el primer objeto fabricado por el ser humano que se posó sobre el satélite de la Tierra; pero los americanos ganaron en 1969 por la puesta en escena, la frase memorable y los paseos televisados. Pese a la rivalidad, se dice que en la sede de la agencia espacial rusa resonaron los aplausos cuando Neil Armstrong puso un pie en la Luna.
Conseguir el primer ordenador cuántico es el equivalente moderno a la carrera espacial. Se trata de controlar la materia atómica, de entender el mundo de lo invisible, de aprovechar la capacidad de las partículas de ser y no ser al mismo tiempo... Quienes lo logren inaugurarán una nueva era: ¿será otro gran paso para la humanidad?
IBM es una de las potencias de la informática cuántica junto con Alphabet, la matriz de Google. En enero de 2019, la International Business Machines Corporation presentó el IBM Q System One, "el primer sistema aproximado, integrado y universal de computación cuántica del mundo, diseñado para uso científico y comercial", explican en un artículo en la web de Nasdaq -la bolsa de valores estadounidense-.
A comienzos de agosto, IBM alcanzó su mayor volumen cuántico hasta la fecha: 64 bits cuánticos (qubits o cúbits). Quien quiera invertir en acciones de IBM ha de tener en cuenta que recibe una recomendación de mantener cercana a vender del consenso de analistas que recoge FactSet, pero sus beneficios cotizan en bolsa a un PER de 10,3 veces para 2021, por debajo de las casi 30 veces estimadas de Alphabet.
Precisamente, Google declaró en octubre del año pasado que había alcanzado la supremacía cuántica: aseguró "haber conseguido ejecutar en 200 segundos una operación para calcular números aleatorios que al superordenador más potente del mundo le hubiera llevado al menos 10.000 años", detallan desde el equipo de análisis de BBVA. Sin embargo, IBM cuestionó la validez del experimento. El procesador cuántico que efectuó esta hazaña se llama Sycamore (54 cúbits).
"La fabricación de ordenadores cuánticos esta comenzado ahora y sólo existen algunas compañías que empiezan a disponer de prototipos (IBM, Google, Honeywell) pero que parten de premisas tecnológicas diferentes a la hora de generar los qubits y que, por ello, no son compatibles entre sí. Además, cada una de ellas tiene su propio entorno propietario de programación (Qiskit, CIRC...) y diferentes estrategias de comercialización", explica Pepe Camacho, director de HCP y Quantum Computing de Atos en España.
Intel es otra de las empresas involucradas en la tecnología cuántica. El fabricante ha lanzado un chip de control criogénico, el primero de este tipo, llamado Horse Ridge, labrándose de este modo un futuro más allá de los PC de siempre.
En Europa, Atos dice haber creado el simulador cuántico más poderoso del mundo (Atos QLM E). "Permite empezar a trabajar sobre tus algoritmos, tu conocimiento, y estar preparado para cuando los ordenadores cuánticos sean una realidad", subraya Pepe Camacho.

"Una de las ventajas del QLM de Atos es que, además de disponer de su propio entorno de desarrollo, es compatible con los principales entornos propietarios (como los mencionados anteriormente), desligando el esfuerzo investigador y de desarrollo de la decisión sobre qué ordenador cuántico usar/comprar en el futuro (atarse desde hoy a una tecnología concreta, sin saber en qué acabará, es una decisión de mucho riesgo empresarial...)", relata el directivo de la compañía francesa.
Hay muchas compañías en la carrera y cada una lo lleva a su terreno. AT&T Labs investiga no para hacer ordenadores, sino para averiguar cómo minimizar la latencia en las telecomunicaciones y Microsoft está construyendo un ecosistema cuántico completo, disponible a través del poder y la escala de la plataforma global de servicios en la nube de Azure.

Amazon, por medio de su servicio Braket, permite construir y probar circuitos cuánticos en un ambiente simulado y luego ejecutarlos en un ordenador cuántico real; Nokia está enfocada en el 5G y necesitará de la informática cuántica para seguir creciendo -los chips de silicona tradicionales no son capaces de realizar funciones cuánticas-.
Mientras, Alibaba ofrece desde 2018 una nube de computación cuántica, con un procesador de 11 cúbits, y Lockheed Martin tiene su propio centro de investigación, siendo uno de los mayores clientes de D-Wave, fabricante canadiense de procesadores cuánticos que no cotiza en bolsa.
"En general, se dice que para tener un ordenador cuántico más potente que los actuales se necesitaría un ordenador de unos 100.000 cúbits", recalca Daniel Alsina, doctor en Información Cuántica por la Universitat de Barcelona.
"Ahora, los ordenadores más grandes de IBM y Google tienen entre 50 y 100 cúbits", añade y advierte: "Si sigues la evolución, daría que para 2035 deberíamos tener los 100.000, pero nadie puede asegurar que la extrapolación seguirá siempre el mismo ritmo".
Ya hay ordenadores que "funcionan bajo la lógica de la física cuántica", sostiene el doctor, pero todavía no se sabe en qué serán mejores que los ordenadores clásicos.
Sobre esto, matiza Pepe Camacho, de Atos: "La computación cuántica no supone, ni de lejos, el fin de la supercomputación, llamémosla, clásica; sino que se complementarán mutuamente".
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