
Tras un inicio de sesión moderadamente alcista, las bolsas europeas no lograron ayer finalizar en positivo y, por ende, plantear un nuevo ataque de la zona de máximos de la semana pasada.
El intento de superación de los niveles marcados el pasado 24 de julio, donde de forma general se encuentran las resistencias que deben ser superadas para que se aleje el riesgo de asistir a una consolidación más profunda, ha sido pospuesto y ahora el mercado continental está a la espera de encontrar un catalizador que le permita superar sus resistencias.
Los selectivos europeos buscarán en la debilidad del dólar estadounidense, que ayer llegó a tocar su nivel más bajo en dos años, una excusa que les permita alcanzar las primeras resistencias a las que se enfrentan.
"Hablamos de los 3.371 puntos en el caso del EuroStoxx 50 y de los 7.180 del Ibex 35", señala Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, quien explica que "si la principal referencia europea logra superar esta resistencia es probable que estemos ante un contexto más lateral alcista, que uno lateral bajista hacia los 3.055 puntos".
Es decir, superando la resistencia de los 3.371 puntos, se estaría ante una clara señal de fortaleza que permitiría confiar en subidas sostenibles en las bolsas europeas durante las próximas sesiones.
En el caso del Ibex, a muy corto plazo no habrá ningún atisbo de fortaleza mientras el selectivo español no consiga batir al cierre de una sesión los 7.180 puntos. "Si eso sucede no nos sorprendería que pudiera tratar de atacar de nuevo la resistencia clave de los 7.385 puntos, que es la que venimos insistiendo que debe ser superada para que se alejen los riesgos de asistir a una corrección más amplia", apunta Cabrero.
Todo ello, mientras ayer el S&P 500 siguió intentando presionar (sin éxito por ahora) la zona de máximos que marcó el pasado mes de febrero en la zona de los 3.400 puntos.