
El inesperado y simbólico pacto franco-alemán sobre un fondo para la recuperación económica de la UE de 500.000 millones ha neutralizado la tensión introducida en la eurozona por el cuestionamiento del programa de compras de deuda del BCE por parte del Tribunal Constitucional del país germano y ha apoyado un rebote del euro de cerca del 1,7%, hasta tocar los 1,10 dólares por primera vez desde el 1 de abril.
La contundentente respuesta de la institución monetaria, de la Comisión Europea e incluso del "establishment político alemán" -como recuerdan desde Ebury- a la polémica sentencia y el posterior anuncio del presidente francés Emmanuel Macron y de la canciller Angela Merkel iniciaron un rebote de la moneda común que suma ya cuatro sesiones consecutivas de apreciación.
Además, "el sentimiento económico europeo mejoró significativamente según la lectura de mayo del índice de confianza inversora ZEW [publicada el martes], que mostró un avance del indicador en la eurozona a 46 puntos en mayo, muy por encima de la mediana prevista de -12,1, mientras que para Alemania, pasó de 28,2 enteros en abril a 51 en mayo", explica el equipo de analistas de Monex Europe. Otro refuerzo para el euro en su cruce con el dólar ha sido la ronda de liquidez para la banca que ejecutó el BCE este mismo miércoles.
Este contexto aleja ya a la divisa comunitaria casi un 3% de los mínimos de la crisis del coronavirus, los 1,068 dólares que registró el 20 de marzo, un suelo no visto desde principios de 2017, ante el repunte de distintas fuerzas euroescépticas, con el Frente Nacional de Le Pen a la cabeza en Francia.
Bankia: "El fondo de recuperación de la UE podría estar sujeto a cierta condicionalidad"
El pulso a la eurozona lo mantiene ahora la línea dura de los socios del norte, con Austria y Holanda como principales escollos para que el fondo de 500.000 millones de euros se plasme finalmente con éxito. "Estaría integrado en el próximo presupuesto plurianual de la UE, podría financiarse gracias a la emisión de bonos y sería una herramienta efectiva para apoyar a los países en crisis", explican los expertos de Bankia, quienes consideran que, "a priori, las ayudas podrían ser subvenciones, no créditos", aunque "sujetas a cierta condicionalidad".