
"No hay límites a nuestro compromiso con el euro. Tenemos la determinación de usar todo el potencial de nuestras herramientas, dentro de nuestro mandato". Con esta afirmación que hace recordar inevitablemente al 'whatever it takes' de Mario Draghi, ayer la presidenta del BCE Christine Lagarde explicaba por qué la entidad anunció a media noche que iba a adquirir activos públicos y privados con un alcance de 750.000 millones de euros. El Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP) estará en vigor hasta finales de 2020.
Con este movimiento, el BCE pretende "contrarrestar los graves riesgos para el mecanismo de transmisión de su política monetaria y para las perspectivas para la zona del euro planteadas por el brote y la propagación creciente del coronavirus, Covid-19".
Esta decisión, que aún no ha cotizado en mercado, puede servir de revulsivo para la renta variable, que ayer volvía a teñirse de rojo. De hecho, en Wall Street, donde las caídas superaron el 5%, se salvaron in extremis los soportes denominados como urbi et orbi por elEconomista, haciendo alusión a los mínimos de 2018.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, indica que "los 2.350 puntos es el objetivo mínimo de caída que señalábamos que podía verse tras perder el índice el soporte de los 2.700-2.730 puntos. El alcance de esta zona de soporte teórico es probable que provoque un freno temporal en las caídas y un rebote".
No obstante, el experto advierte de que si a cierre semanal ese rebote no se forma y se termina perdiendo ese soporte de los 2.350 puntos, "estaríamos ante un signo de enorme debilidad, que plantearía la posibilidad de que la tendencia bajista en la que nos encontramos no se conforme con una corrección del 50% de toda la tendencia alcista que nació en los mínimos de 2009, que serían niveles de 2.000 puntos en el S&P 500".
De este nivel está muy pendiente Europa, ya que la posibilidad de ver un rebote fruto de la extrema sobreventa que presentan los índices europeos depende de lo que haga el selectivo norteamericano. Eso sí "un eventual rebote va a ser vulnerable puesto que es muy difícil que hayamos visto un suelo más allá de algo temporal si atendemos a la estructura de precios que vemos en los índices del Viejo Continente", advierte Cabrero.
El S&P 500 puede irse a la cota de los 2.000 puntos si pierde su soporte clave
En este contexto, las medidas anunciadas ayer por el BCE se suman a otras ya lanzadas como el programa de compras de activos por valor de 700.000 millones de dólares que tiene en marcha la Reserva Federal. Asimismo, Donald Trump comunicó en la sesión del miércoles que prepara un paquete de estímulo económico de 850.000 millones de dólares para paliar la caída que se espera para la economía de EEUU.
Por su parte, Italia ha pedido "lanzar unos bonos coronavirus y un fondo de garantía europeo para financiar urgentemente todas las iniciativas de gobiernos individuales para proteger sus economías". Según las previsiones de Goldman Sachs, Italia es el país que sufrirá el mayor impacto económico con una caída del PIB del 3,4% para 2020.