
El año 2020 ha arrancado para Telefónica con una elevada volatilidad, con sus títulos habiendo experimentado subidas o bajadas de más del 1% en 12 sesiones en el primer mes del año. En la recta final de 2019 la firma presentó sus nuevas guías estratégicas. Y los analistas parecen haber recibido de manera positiva -su recomendación se acerca al comprar y forma parte del Eco10-, pero el mercado todavía no se decide sobre ellas.
Con sus títulos en la zona de los 6,2 euros, la compañía cotiza a una ratio Ev/ebitda (capitalización más deuda entre el beneficio bruto) de 4,4 veces, alcanzando el nivel de 2012 en plena crisis de deuda, que se corresponde con el más bajo de la serie histórica recogida por FactSet. Esta cifra supone un descuento del 25% con respecto a las grandes comparables del Viejo Continente y del 20% frente a su media de los últimos 20 años.

"En términos generales, Telefónica cotiza con una rebaja frente a sus competidores, reflejando nuestra visión de que un endeudamiento más alto y el hecho de que el 40% de su ebitda proceda de mercados emergentes son percibidos como riesgos materiales por el mercado. Sin embargo, pensamos que el descuento es excesivo, ya que identificamos varias opciones que el grupo podría usar para desapalancarse y racionalizar y centrarse en sus mercados principales", apuntan desde Alantra.
La nueva estrategia
Precisamente, la nueva estrategia de la compañía pasa, entre otras cosas, por centrarse en sus cuatro mercados clave -España, Brasil, Reino Unido y Alemania- y realizar un spin off operativo de Hispanoamérica -sin incluir Brasil-, que ha generado una batería de informaciones sobre posibles colocaciones y cálculos de los analistas sobre cómo podría afectar a su endeudamiento.
"La complejidad ha sido el talón de Aquiles de los casos de inversión sobre la compañía. Su plan de acción pone el foco de nuevo en las prioridades operativas del grupo, señala por primera vez que toda Latinoamérica salvo Brasil está en venta e incrementa la visibilidad de los activos de infraestructuras", argumentan desde Jefferies.
Colocando Latinoamérica, la ratio deuda/ebitda de la compañía podría por fin caer de las 2 veces en 2021, en línea con lo previsto para el sector ese año y por debajo de las 2,7 veces esperadas para 2019. Para poder llegar a estos números, en Barclays calculan que tendría que cerrar la operación a una ratio Ev/ebitda de entre 5,5 y 6,5 veces, lo que reduciría su deuda en torno a 15.000 millones, hasta los 26.500 millones de euros; y sus ganancias a los 13.500 millones.
"Aunque las cosas por fin se están moviendo en la dirección correcta, el mercado no está dando a la empresa el beneficio de la duda. Las razones son la complicada situación del sector y el hecho de que Telefónica lo ha hecho peor que la industria y ha negado la evidencia por un tiempo largo. Pero nosotros no compartimos este escepticismo y nuestra visión es que esta vez el cambio es real por una razón muy simple: tras años de hacerlo peor que el mercado no hay elección, ni excusas ni espacio para fallar: tiene que cumplir", inciden en Alantra.
En esta misma línea, en Barclays piensan que Telefónica "puede solucionar algunas de las preocupaciones (como el elevado endeudamiento y la exposición a emergentes) que han impactado a la acción en los últimos años con su nueva estrategia de reducir exposición a Hispanoamérica. Esto podría llevar algún tiempo teniendo en cuenta las difíciles tendencias en el mercado, pero dada la valoración de la acción el perfil de rentabilidad-riesgo es atractivo".
España, Brasil y Reino Unido
Dentro de las valoraciones de los analistas, España se sitúa como la región clave, suponiendo en torno al 34-45% del enterprise value asignado por los expertos. Y es allí donde se centra otra de las grandes dudas del mercado. Ante el aumento de la competencia, los analistas se preguntan si la compañía podrá seguir manteniendo el buen tono en el país que ha logrado hasta el momento y si eso será suficiente para que aflore el valor. "El sentimiento sobre España seguirá siendo pobre aunque las finanzas deberían ser sólidas. Esperamos que sea capaz de hacerlo mejor que un sector que será decreciente en los próximos años gracias a su foco en los clientes de más calidad y su crecimiento en negocios y mayoristas (...). Pensamos que las ventas y el beneficio bruto pueden mantenerse básicamente planos en los próximos años", apuntan en Berenberg.
El segundo mercado sería Brasil, cuyo peso alcanza el 17,6% para la media de los analistas. Sin embargo, atendiendo a la cotización de la filial brasileña y a la del grupo la ponderación que le otorga el mercado es bastante más elevada, con el 23%. De hecho, la filial se ha disparado en bolsa a máximos de 2007 y ha abierto una brecha con la matriz de 40 puntos porcentuales en euros en los últimos 12 meses.
Mientras, Reino Unido -que fue vista como tabla de salvación para reducir el endeudamiento de la firma hace unos años- supone en torno al 14% del valor que otorgan los analistas, por delante del 12,6% de Hispanoamérica o el 11% de Alemania.
Los inversores apuestan por su deuda
En una tendencia que se ha visto en todo el sector de las 'telecos', el mercado sigue mostrando su interés por la deuda de Telefónica. Esta semana la compañía colocó 500 millones con un bono híbrido 'verde' -el primero de la industria- con rescate en 7 años y medio, un cupón del 2,5% y una demanda de 4 veces la oferta.
Además, emitió un bono senior de 1.000 millones de euros con vencimiento a 10 años y un interés del 0,66%, el más bajo de cualquier colocación de la empresa a este plazo. Para explicar esta divergencia entre acciones y deuda, algunos analistas apuntan -más allá del 'QE' del BCE- a que los inversores en renta fija piensan que antes se recortarán los altos dividendos que un cupón.