
Aunque está por debajo de los 2 billones previstos inicialmente, Aramco se confirma como la empresa más grande del mundo por tamaño, por encima de los 1,16 billones de Apple, que a partir de ahora tendrá que conformarse, al menos de momento, con la segunda plaza.
La salida a bolsa de Aramco ha sido uno de los mayores culebrones de los últimos años. Después de constantes retrasos, por motivos de todo tipo, desde el desplome de los precios del crudo, que retrasó en un primer momento la operación, hasta el escándalo por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi o los ataques a las instalaciones de la compañía, finalmente, ya es público el rango de precios al que empezará a cotizar la petrolera en la bolsa saudí: la horquilla se queda entre los 8 y los 8,5 dólares por acción, lo que supone una valoración de entre 1,6 y un 1,7 billones de dólares (entre 1,4 y 1,5 billones de euros) para la compañía en su conjunto.
Teniendo en cuenta el compromiso al que ha llegado la compañía, de repartir 75.000 millones de dólares en dividendos el próximo año, esta cantidad supondrá una rentabilidad por dividendo del 4,68%, si la empresa saliese en el rango más bajo, y del 4,41% si lo hace en el más alto que ha publicado.
Ayer arrancó el periodo de oferta para los inversores institucionales y los ciudadanos saudíes, un proceso que se prolongará hasta el día 4 de diciembre para los primeros, y hasta el 28 de noviembre para los particulares saudíes que quieran participar en la operación. El día 5 de diciembre se conocerá finalmente el precio oficial al que empezará a cotizar la compañía en la bolsa del país. Y será el día 11 cuando debería dar su salto al parqué como cotizada.
Una enorme horquilla
La valoración de Aramco era una gran incógnita para los mercados, y prueba evidente de ello son los rangos de valoración que han publicado distintas casas de análisis durante las últimas semanas. Según recoge Bloomberg, de los 16 bancos que ofrecieron una valoración, el rango ha oscilado entre los 1,06 billones de dólares, en el caso de la estimación más baja, hasta los 2,5 billones de dólares, la más alta, en ambos casos recogidas por el banco estadounidense Morgan Stanley.
La firma Sanford C. Bernstein, la primera que lanzó una estimación sin estar comprometida en la operación, por lo que no tenía conflicto de intereses, manejaba una horquilla de entre 1,20 y 1,50 billones de dólares.
Los números que lanzó la propia Aramco en la semana en la que anunció oficialmente la operación de salida a bolsa apuntaban a que la empresa alcanzaría una valoración de 1,50 billones de dólares con el petróleo cotizando en 45 dólares, de 1,76 billones si este estaba en 65 dólares, y de 2,1 billones de dólares si el barril se movía en los 75 dólares.
Según la estimación que maneja el consenso de mercado que recoge Bloomberg, el petróleo seguirá cotizando en el entorno de los 62 dólares que ronda ahora durante los próximos cuatro trimestres. Hay que recordar que se trata de la compañía con las reservas de petróleo más grandes de todo el planeta, con más de 260.000 millones de barriles de petróleo disponibles para la extracción, y el coste de producción más barato de toda la industria.
Si se tiene en cuenta el mutliplicador de beneficios que mantienen las 10 petroleras integradas más grandes del mercado, de 12,3 veces en este momento, según el consenso de mercado que recoge FactSet, los 110.100 millones de dólares que ganó el año pasado Aramco sitúan la valoración de la compañía en 1,36 billones de dólares aproximadamente.
La salida a bolsa en Arabia Saudí puede no ser la única que haga Aramco. Según explican desde Bloomberg, la compañía ha valorado que haya una segunda operación en otro mercado, aunque todavía es algo por confirmar. Recientemente se conoció que Aramco había descartado la opción de cotizar en las bolsas de Hong Kong y de Londres por la inestabilidad geopolítica de las protestas, en el primer caso, y el Brexit, en el segundo.
La compañía teme el 'techo' de la demanda
Una de las grandes preguntas que giran en torno al mercado del petróleo es cuándo se producirá el pico más alto en la demanda de este, desde el que el consumo del oro negro empezara a decaer. Aramco ya está valorando que se pueda producir en los próximos 20 años: la compañía da por buena la estimación que maneja IHS Markit, que apunta a que la demanda tocará techo en algún momento cerca del año 2035. Incluso, en el folleto se contempla un escenario que sería todavía peor para la petrolera, ya que asume una transición más rápida del mundo hacia el uso de energías más limpias, que podría desembocar en que el pico de la demanda de petróleo se alcanzase antes de que llegase el año 2030. Este mismo año el CEO de Aramco negaba cualquier preocupación en este sentido.