El movimiento llevado a cabo por IAG para defenderse de la competencia en los vuelos a Latinoamérica desde España tiene la aprobación de inversores y analistas pero si se atiende solo a las cifras se puede concluir que no le ha salido barato. La prima que el grupo que surgió de la fusión de Iberia y British Airways va a pagar por Air Europa roza el 30%. Un esfuerzo que podría juzgarse descabellado si se observa que el margen operativo (ebit sobre ventas) que consigue la aerolínea mallorquina apenas alcanza el 5% y es 3 puntos porcentuales inferior a la media del sector, que se sitúa en el 7,7%, y casi 8 enteros menor respecto al que consigue el propio grupo angloespañol, líder en rentabilidad en Europa.
La clave está en "el sentido estratégico" –como coinciden en describirlo los expertos– de los 1.000 millones de euros que IAG pagará por Air Europa. Aunque si se relaciona con el ebit (beneficio operativo) de 100 millones que consiguió la aerolínea en 2018, el multiplicador asumido asciende a 10 veces. Mientras, este misma ratio de valoración del sector europeo cotizado se situaba –de media, justo antes de conocerse la operación este lunes y teniendo en cuenta las previsiones de ganancias para este 2019– en 7,7 veces, con el mismo grupo de Iberia, Air France-KML o Deutsche Lufthansa cotizando incluso por debajo de las 4 veces.
Sin embargo, este precio ha convencido en mercado porque "la cuota de IAG se espera que aumente del 19% actual al 26%", inciden en Barclays, y también porque integra "a un competidor directo en las rutas Europa-Latinoamérica", según destacan en Banco Sabadell, y planta cara a otros rivales que venían ganando posiciones como Air France-KML.
Por estas razones, ningún analista entre los que siguen su cotización ha revisado a peor la recomendación que emite sobre sus acciones en las últimas horas, con lo que IAG conserva el único consejo de compra del sector. Todo lo contrario, hasta pude observarse un simbólico incremento del 0,5% del precio objetivo que este consenso fija de cara a los próximos 12 meses.
Inversores y analistas han admitido el sentido estratégico de la operación
"La operación nos parece que ahonda en la concentración del sector en Europa, que creemos que va a continuar y afectará positivamente a las aerolíneas más grandes como IAG, aumentando su poder de fijación de precios", continúan desde la firma de inversión catalana.
No es menos relevante que IAG pueda permitírselo. "Creemos que IAG cuenta con flexibilidad financiera [su deuda neta era 1,2 veces su beneficio bruto antes de la operación] para acometer la adquisición", abordan en Renta 4, donde añaden: "Se espera que la compra amplíe el apalancamiento hasta 1,5 veces y la directiva confía en mantener el grado de inversión". Asumir esta cifra significa, eso sí, que el endeudamiento del grupo se alejará de la media del sector, que a cierre de este ejercicio se estima que se quedará en las 1,1 veces.
Sinergias de la integración
"Esperamos que la integración eleve el margen operativo de Air Europa al menos hasta el 9%, frente al 5% que alcanzó en 2018, lo que llevaría sus ganancias entre los 200 y los 300 millones de euros, desde los 100 del ejercicio pasado", calcula Credit Suisse. Banco Sabadell alude a operaciones anteriores para poder esperar unas sinergias de 300 millones.
El otro aspecto crucial es el examen de las autoridades de competencia. "Desde el grupo no descartan tener que hacer algunos ajustes para poder conseguir la aprobación, pero inicialmente no se les ve demasiado preocupados con este tema y prevén que la compra se cierre en el segundo semestre del 2020", concluye Banco Sabadell.