Bolsa, mercados y cotizaciones

El inversor sale incluso de la deuda y el 'índice del miedo' se dispara un 30% en dos días

  • La rentabilidad de los bonos repunta y solo el 'treasury' aguanta como refugio
Foto: Dreamstime

Han bastado dos días de octubre para que el temor generalizado a una recesión global haya vuelto a cobrar fuerza entre los inversores, por cuarta vez en los últimos doce meses. Los malos datos del sector manufacturero en Estados Unidos, unidos a una cifra de empleo peor de lo esperada y unos resultados de los fabricantes de automóviles también negativos han expandido el miedo de que la ralentización esté afectando ya a los consumidores. Y en Europa las pésimas perspectivas que afronta la economía alemana han terminado de dar la puntilla. Razones que han llevado a los inversores a preferir recoger beneficios para reorientar su estrategia de cara al final de 2019.

Pero esta vez han roto la dinámica que han venido protagonizando a lo largo del año y no han buscado refugio en la renta fija. Al contrario, también optaron por salir de los activos de deuda, lo que provocó un repunte de la rentabilidad de los bonos gubernamentales europeos que durante los últimos meses no se había relajado tocando niveles históricamente bajos. El rendimiento del bund alemán repuntó hasta nivel del -0,546%, mientras que el del bono español subió hasta el 0,169%. Únicamente el bono norteamericano a diez años sigue manteniendo el cartel de refugio, lo que llevó a este papel de referencia a caer hasta el 1,6%, 5 puntos básicos menos, a media sesión.

A pesar de las políticas expansivas que la Fed y el BCE han vuelto a introducir en los mercados, muchos analistas advierten de que estas instituciones tendrían pocas opciones ante una recesión en caso de producirse para encauzarla, al haber agotado ya casi toda su batería de medidas. De ahí que ante el nuevo temor a un cambio de ciclo, los inversores estén empezando también a deshacer posiciones en renta fija, dando por finalizado el extraordinario año de rentabilidad que han cosechado los distintos activos de deuda, gracias a la revalorización de su precio.

Este miedo a la recesión se ha dejado notar también en el Vix, el índice que mide la volatilidad de los mercados, que ha repuntado casi un 30% en dos días, llegando a la zona de máximos que alcanzó en agosto, cuando la bolsa europea tocó mínimos de año por el temor a la guerra comercial.

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