Madrid
El 70% de los influencers españoles afrontan multas de hasta 300.000 euros por no informar en sus publicaciones de lo que son contenidos publicitarios. La Dirección General de Consumo ha revelado, tras una investigación conjunta a nivel europeo coordinada por la Comisión Europea, que tres de cada cuatro influencers españoles incumplen uno o varios preceptos de la normativa europea sobre prácticas desleales comerciales.
España ha aterrizado el control de las publicaciones de los influencers a través de la Ley de Comunicación Audiovisual de 2022, aunque la vigilancia a estos creadores de contenidos se pondrá en marcha este año, una vez el Ejecutivo saque adelante el reglamento que fije las características que deben tener estos sujetos para poder someterlos a control. La Ley de Comunicación Audiovisual establece multas de entre 10.000 y 600.000 euros (en función de la gravedad) para los influencers. Ocultar que un contenido es información comercial se considera infracción grave y está multado con entre 30.000 y 300.000 euros.
Además, este 17 de febrero entra en vigor la Ley de Servicios Digitales para toda Europa y para todas las plataformas digitales, independientemente de su tamaño, con el objetivo de dar seguridad y confiabilidad a los consumidores del contenido en línea. Esta norma también obliga a los influencers que suben contenido a declarar si se trata de comunicaciones comerciales.
En un primer momento, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, ya ha anunciado que va a ser flexible en materia de sanciones ya que "muchas de estas infracciones pueden deberse al desconocimiento". Por tanto, en una primera fase, el Ministerio apostará por una labor pedagógica y de información que permita a los influencers corregir las conductas inadecuadas y respetar la legislación europea en esta materia.
La investigación europea ha rastreado el contenido de 576 influencers, de los que 40 eran españoles, y están activos en diferentes redes sociales y sectores como el de moda, viajes o estilo de vida.
Según Consumo, se ha comprobado que la mayoría de estos influencers no utilizan las etiquetas que proporcionan las plataformas para indicar al lector que se trata de contenido publicitario (por ejemplo 'Colaboración pagada'). "Por el contrario, utilizan términos muy genéricos como publi o ad (abreviatura de la palabra inglesa advertisement), o simplemente incluyen un agradecimiento genérico a la marca asociada, dificultando al consumidor medio la posibilidad de identificar que se trata de contenido con carácter comercial o publicitario", informa la Administración al respecto.
Los 'influencers' afectados
El Ministerio de Transformación Digital ultima ya el reglamento que indica a qué influencers se le controlará el contenido, sea o no publicitario, a partir de este año para evitar que promocionen contenidos violentos, discriminatorios o que puedan dañar a los menores. El primer texto indicaba que se vigilaría a los creadores de contenido que ingresaran más de 500.000 euros al año y tuvieran más de dos millones de seguidores. Sin embargo, todo apunta a que se rebajará la cifra de ingresos a 300.000 euros y el nivel de seguidores, a un millón.