
Thomas Sørensen gestiona el fondo Global Climate and Environment, de Nordea AM, que se ha revalorizado un 20% anualizado a 3 años, y el más joven Global Climate and Social Impact Fund, lanzado en 2021, que en lo que llevamos de año se deja un 10%, según recoge Morningstar. Ha sufrido el impacto de la guerra en Ucrania, que, enfatiza Sorensen, impulsa la inversión sostenible. Lea otras entrevistas en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
¿Cómo afecta la guerra en Ucrania a la inversión sostenible?
Es triste lo q estamos viendo, suena vacuo hablar de dinero en estas situaciones. Es doloroso. En este contexto, está claro que el conflicto bélico afecta a casi todas las compañías, y al mercado de valores. Nosotros somos long only y tenemos una liquidez limitada, de modo que no podemos escapar a estos efectos, da igual que seas ESG o no. Todo esto no va a hacer descarrillar la agenda de sostenibilidad, más bien al contrario, porque está claro que queremos reducir la dependencia energética de Rusia. Esta es la clara agenda de la UE y de Estados Unidos. Y esta búsqueda de la seguridad energética no contradice la transición energética sino que, de hecho, es lo mismo: queremos más renovables, más energías alternativas, una mayor eficiencia en los recursos, y eso va mano a mano con lo que queremos alcanzar energéticamente. Tiene sentido económico ahorrar recursos, y por eso invertimos en soluciones de eficiencia energética, en smart farming… No creo que lo que hemos visto [tras estallar la guerra] y su efecto en los precios de las materias primas haga descarrilar todo esto. La agenda verde es la agenda [que manda].
Según un reciente informe de Robeco, el diálogo activo con las compañías ('engagement') está creciendo como forma de "ejercer" como inversor ESG. ¿Estamos entrando en una nueva era en la que la influencia irá más bien por esa vía?
Un diálogo cercano siempre ha sido importante, es necesario que tú estés cómodo con las estrategias de las compañías. Lo que sí veo que ha cambiado es que ahora hay unos objetivos concretos que hay que alcanzar y hay que empujar. En realidad, también me ha sorprendido cuánto ha significado el asset allocation (asignación de activos). Mira lo que hemos sido capaces de alcanzar en la Agenda verde, dando capital a los buenos y retirándoselo a los no tan buenos, lo que les ha hecho cambiar su comportamiento. Quizá es demasiado fácil vender y excluir. Hay un reconocimiento de que es mejor intentar implicar. Y eso hacemos en Nordea. Sí, el engagement es cada vez más importante.
"Cuando lanzamos la estrategia en 2008 teníamos exposición también a nucleares, pero después se volvieron demasiado controvertidas"
Sus fondos son globales. ¿Invierte en compañías españolas?
No. Actualmente no estamos invertido en ninguna. ¡Me encantaría invertir en empresas españolas!
¿Pero…?
Desde una perspectiva de riesgo/retorno, necesitan dar un paso adelante, ser atractivas desde el punto de vista del riesgo/retorno. Actualmente, encuentro una mejor relación riesgo/recompensa en cualquier otro sitio.
¿Qué piensa de las 'utilities' de este país?
En compañías reguladas como las utilities lo importante es que sabes lo que tienes. Así que la regulación debe ser estable. De ahí que haya sido un poco reacio a comprar utilities en Europa, no solo en España.
La taxonomía verde europea ha incluido la energía nuclear y el gas. ¿Qué opina de ello?
Desde el principio he visto ambos combustibles como una transición para facilitar que las renovables pudiesen bajar su curva de costes y fueran capaces de despegar. Te hablo de hace una década. Cuando lanzamos la estrategia en 2008 teníamos exposición también a nucleares porque lo veíamos así, como un combustible de transición, y también en gas. Después, la nuclear se volvió demasiado controvertida. A algunos países les encanta, otros la odian. No invertimos en ellas desde hace más de una década.
¿Y en gas?
Tampoco. No creo que sea necesario a día de hoy, porque las renovables ya están ahí, ya son competitivas. Tenemos algunas compañías que tienen parte de su actividad ligada a la distribución de gas, pero las poseemos por otras razones, no por esa. No creo que se necesite, en mi opinión es algo muy político. Es correcto que el gas es más verde que el carbón, y es correcto que la nuclear es muy verde, pero ¿qué hay de los residuos? Así que ¡ah! [lanza un pequeño grito], no es algo que tenga claro.
Hábleme de la composición de sus carteras, y de dónde encuentra las mejores oportunidades en sostenibilidad.
Tenemos un porfolio muy neutral en estilos, en growth/value. Creo que eso es lo que hay que tener en este momento. La oportunidad podría estar especialmente en la eficiencia de recursos. Podríamos ver un interés creciente en reducir los costes de la energía y de otras commodities. Esto incluye a compañías, por ejemplo, de materiales de construcción, o de aislamiento; también a empresas que ofrecen soluciones para las industrias pesadas. Ahí también vemos oportunidades interesantes. Y en el hidrógeno: hay mucho dinero detrás de él; y en compañías de packaging que están sustituyendo el plástico por el papel. Esta es una tendencia a largo plazo, y algunas de estas compañías son value, tienen valoraciones muy bajas. Estos son solo algunos ejemplos.