La aparición de trombosis venosas en un limitado número de casos por toda Europa provocó la suspensión de la vacunación de numerosos países durante más de una semana. Ya con la mayoría de las campañas reanudadas, se estaría un poco más cerca de saber la causa que generaba estos trombos y, por lo tanto, la solución para tratarlos.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Greifswald asegura que los problemas estudiados en esas vacunaciones con AstraZeneca (trombos generalizados y un nivel bajo de plaquetas) son similares a los que provoca un efecto secundario poco conocido de la heparina, un fármaco anticoagulante. Este grupo, liderado por el hematólogo Andreas Greinacher, han nombrado esta dolencia trombocitopenia inmunitaria protrombótica inducida por la vacuna (VIPIT), tal y como informa Science.
Los efectos, cuando se dan de forma conjunta, son muy poco frecuentes, ya las bajada de plaquetas (con las que, en parte, se forman los coágulos) y la formación de coágulos son sucesos incompatibles. Este suceso se llama coagulación intravascular diseminada y se da en casos de cáncer o infecciones graves, además de en aquellas personas que han podido recibir heparina (recibe el nombre de trombocitopenia inducida por heparina, HIT). El problema es cuando sucede en personas que no obedecen a estas situaciones.
Así se empezó a identificar la dolencia generada en esos vacunados con AstraZeneca, uno de los cuales fue objeto de análisis tras fallecer en Alemania. Las muestras de esta paciente y otras más recogidas por toda Europa han arrojado restos de anticuerpos como los que surgen por el cuerpo contra la amenaza que provoca la entrada de heparina y el HIT.
Cómo tratarlo
Greinacher explica que esta dolencia se trata con inmunoglobulinas (anticuerpos inespecíficos de donantes de sangre) para cerrar la activación de las plaquetas, así como con anticoagulantes sin heparina para combatir los trombos. Este método, explica, se podría usar en los casos generados por la vacuna de AstraZeneca.
De hecho, uno de los casos pudo resolverse con éxito gracias a la aplicación de estos métodos señalados por Greinacher. Así, tras presentar el VIPIT pudo recuperarse y seguir con vida.
No obstante, y a pesar de estos primeros pasos, el descubrimiento de Greinacher y su equipo debe corroborarse con más investigaciones. La presentación de más pruebas y muestras más grandes ayudará a los expertos a poder ampliar su estudio y confirmar que uno de los grandes problemas surgidos en la campaña de vacunación puede tener solución.