
Reino Unido está ofreciendo a los ciudadanos de la Unión Europea que residen en su territorio incentivos para abandonar el país antes de que termine el plazo para solicitar la condición de asentado tras la confirmación del Brexit, según informa The Guardian.
El Ejecutivo de Boris Johnson ofrece billetes de avión y hasta 2.200 euros (2.000 libras esterlinas) a las personas que decidan marcharse. El Reino Unido ha decidido incluir a personas comunitarias en el Plan de Regreso Voluntario, que en esencia estaba pensado para los migrantes extracomunitarios que se encontraban en situación irregular, pero ahora se ha extendido también a los comunitarios.
En la actualidad se han incluido dos supuestos nuevos: las personas que tengan asilo pero decidan marcharse y las que están en proceso de solicitud de asilo y también decidan volver a su país de origen, de acuerdo con las condiciones recogidas en la página web del programa.
Una de las incógnitas que rodearon al Brexit fue el estatus de los ciudadanos europeos que residían y trabajaban en el país. A este efecto, el Reino Unido ha fijado como plazo el 30 de junio para solicitar la condición de asentado en el denominado Plan de Asentamiento de la Unión Europea (UESS).
En el acuerdo firmado en la tarde de la pasada Nochebuena, la Unión Europea y el Reino Unido acordaron el final del libre tránsito de personas entre ambos territorios. Aunque no se exigirán visados, el derecho a vivir y trabajar de los europeos en Reino Unido ha quedado restringido (y viceversa), de ahí que el gabinete de Boris Johnson haya establecido un plan concreto para estructurar las peticiones de aquellos comunitarios que quieran seguir en territorio británico.
La decisión, no obstante, es vista por algunos sectores como una manera de intentar evitar que los comunitarios se queden en Reino Unido en un contexto de trabas a las peticiones de los ciudadanos que desean permanecer en el país.
Así lo denuncia Benjamin Morgan, responsable del proyecto para la protección de las personas europeas sin hogar en Reino Unido y que asegura que las causas de esta vulnerabilidad son "las barreras para hacer la solicitud y los retrasos en la toma de decisiones del Ministerio de Interior".
El Joint Council for the Welfare of Immigrants, que vela por el bienestar de los inmigrantes en Reino Unido, va en la misma línea. En uno de sus últimos informes avisa del creciente "clima de hostilidad" y de que decenas de miles de trabajadores esenciales están en riesgo de perder su trabajo y su derecho a la residencia.
"Con que una pequeña fracción de la cantidad estimada de residentes procedentes del Espacio Económico Europeo no pueda hacer la solicitud a tiempo, decenas de miles de personas podrían perder su estatus legal de la noche a la mañana", advierte el informe.