Mientras la primera ministra británica, Theresa May, sufre lo indecible para mantener unidas a las dos alas del Partido Conservador en torno a su plan para el Brexit -que ambas rechazan por motivos antagónicos-, la oposición laborista no puede sacar pecho. Al contrario, las divisiones internas sobre si oponerse al Brexit o solo a la versión de May amenazan con destruir el partido y provocar una escisión, que cada vez parece más inmediata.
Theresa May se enfrenta a la ira de todos los frentes del Brexit, justo cuando más margen y tiempo necesita para resistir la presión de la Unión Europea, que no prevé otorgar ninguna concesión a Reino Unido hasta que resten días para el 29 de marzo. El debate de una moción aparentemente procedimental este jueves en el Parlamento amenaza con convertirse en un serio peligro para su castigado liderazgo, ya que el ala dura tory está dispuesta a desafiarla debido a que el texto, en su opinión, invalida la posibilidad de un divorcio sin acuerdo.
Theresa May se enfrenta a la ira de todos los frentes del Brexit, justo cuando más margen y tiempo necesita para resistir la presión de la Unión Europea, que no prevé otorgar ninguna concesión a Reino Unido hasta que resten días para el 29 de marzo. El debate de una moción aparentemente procedimental este jueves en el Parlamento amenaza con convertirse en un serio peligro para su castigado liderazgo, ya que el ala dura tory está dispuesta a desafiarla debido a que el texto, en su opinión, invalida la posibilidad de un divorcio sin acuerdo.
Nada ha cambiado. La primera ministra británica, Theresa May, anunció que pedirá al Parlamento dos semanas más para intentar negociar con la UE cambios a la 'salvaguarda' irlandesa en el acuerdo de salida. Así, retrasa la siguiente votación vinculante sobre los próximos pasos a tomar hasta el 27 de febrero, con la intención de mantener nuevas conversaciones con los líderes europeos hasta entonces.
El producto interior bruto (PIB) del Reino Unido creció un 1,4% en 2018, frente al 1,8% del ejercicio anterior, su ritmo más bajo desde 2012, según ha informado este lunes la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS; Office of National Statistics).
Theresa May sigue inmersa en una búsqueda de alianzas de urgencia que le permitan evitar un Brexit blando y la caída del Gobierno. Este viernes cenó en Dublín con el primer ministro de Irlanda, un personaje central en la saga del divorcio, ya que son fundamentalmente sus intereses los que la UE se ha comprometido a preservar. Aunque no abordaron una negociación formal, ya que Bruselas es el único interlocutor oficial, el encuentro es trascendental, dada la negativa tanto comunitaria como irlandesa a retirar la controvertida salvaguarda que, tal como está formulada, impide la aprobación del plan en Westminster.
Las dos mayores constructoras españolas, ACS y Ferrovial, presentarán la próxima semana sus ofertas para el contrato de construcción, operación y mantenimiento del túnel Silvertown, en Londres (Reino Unido), según informan fuentes empresariales. Despejan así las dudas generadas por el Brexit sobre su participación final por un proyecto cuyo valor se aproxima a los 1.500 millones de euros. Ambas compañías se disputarán este contrato, uno de los más importantes que se adjudicará en Reino Unido este año.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, han acordado este jueves en Bruselas reabrir las negociaciones para cerrar la salida del país británico de la Unión Europea (Brexit).
Theresa May se juega esta jornada en Bruselas y mañana en Dublín la carta definitiva para impedir el divorcio no pactado que ambas partes aseguran querer evitar. La primera ministra británica está obligada a recabar de la cúpula comunitaria garantías que hagan digerible en Westminster la salvaguarda irlandesa contenida en el acuerdo de retirada, potencialmente con la introducción de un límite temporal que aplaque la oposición que el controvertido mecanismo genera en la Cámara de los Comunes.
La agencia de calificación Standard & Poor's ha advertido este miércoles de que un Brexit sin acuerdo podría traducirse en una rebaja del rating de diversas instituciones del país, desde empresas privadas de una decena de sectores a las corporaciones financieras o el sector público.