Internacional

¿Giro en el Brexit? Johnson promete una prórroga si no hay acuerdo con la UE y luego lo desmiente

  • Según un documento del Gobierno presentado en un tribunal escocés
  • Hasta la fecha había señalado que o había acuerdo o sería un Brexit abrupto

Nueva jornada en el caos que envuelve a Reino Unido. A mediodía, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se comprometió a solicitar formalmente un retraso del Brexit -previsto para el 31 de octubre-, si no logra cerrar un acuerdo con la Unión Europea para el 19 de octubre, tras la cumbre prevista los días 17 y 18 con los líderes europeos, tal y como le obliga la ley. Una promesa que duró apenas cuatro horas, hasta que dio marcha atrás en un tuit.

El cambio de posición vino a través de unos documentos gubernamentales presentados en un tribunal escocés que apuntan al compromiso del premier de remitir una carta para pedir la extensión formal del artículo 50. Supondría, sin duda, un giro en los acontecimientos, toda vez que Johnson ha asegurado hasta la fecha que o conseguía un acuerdo con la UE o la alternativa era una salida abrupta.

Pero el movimiento duró apenas unas horas. En un tuit, Johnson insistió en que el país saldría de la UE el 31 de octubre: "Con acuerdo o sin acuerdo, pero sin retraso".

El origen de la disputa es simple: el primer ministro está obligado a acatar la ley que se aprobó el mes pasado en Westminster, por la cual los parlamentarios buscaron evitar un divorcio caótico. Según dicho texto, la prórroga será obligatoria si no había un acuerdo o un permiso expreso del Parlamento para un Brexit duro antes del 19 de octubre.

El tribunal de Escocia examina estos días una denuncia que han presentado activistas contrarios al Brexit -que ya vencieron al Gobierno en su intento de cerrar el Parlamento hace unas semanas- con el fin de lograr una orden judicial que asegure que Johnson se vea forzado a cumplir la ley anti-Brexit duro. Su objetivo es conseguir una orden judicial que comprometa al primer ministro a cumplir la ley sin excusas.

"Orden judicial autoimpuesta"

El Gobierno, según documentos judiciales recogidos por la BBC, habría asumido su obligación de enviar la carta con la solicitud formal de prórroga, algo a lo que Johnson se había negado constantemente en público hasta ahora. Fuentes de Downing Street afirmaron a Sky News que enviarán la carta, pero no descartan "hacer otros movimientos posteriores", como pedirles a los líderes europeos que rechacen la petición una vez hecha, una posibilidad defendida inmediatamente por el diputado 'brexiter' Mark Francois.

Sin embargo, el abogado escocés Jonathan Mitchell señaló que la promesa del Gobierno al Tribunal es tan vinculante como una orden judicial, por lo que si Johnson tratara de boicotear el objetivo de la ley -conseguir una prórroga-, podría ser declarado culpable de desacato a la Justicia. Según el abogado constitucional David Allen Green, con esta promesa, "Johnson se ha impuesto una orden judicial a sí mismo".

El primer ministro y la Unión Europea (UE) se han dado una semana para acordar un plan. Mientras ganan apoyo las propuestas de Johnson en casa, Bruselas no muestra la más mínima intención de aceptarlas. Este viernes, el portavoz de la Comisión Europea anunció que el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, se había reunido con representantes de los Veintisiete, y su conclusión fue que "las propuestas británicas no constituyen una base para cerrar un acuerdo". El grupo se reunirá de nuevo el lunes "para dar otra oportunidad a Reino Unido para presentar propuestas en detalle".

Este miércoles, Johnson envió a Bruselas su nueva propuesta para el Brexit, que supondría que Irlanda del Norte se mantuviera alineada con las normas del mercado único tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero solo en la circulación de mercancías y solo de forma temporal, dando un veto permanente a los unionistas norirlandeses que apoyan al Gobierno de Johnson. En una votación cada cuatro años, este grupo podría dar por roto el acuerdo y llevar a Irlanda del Norte a una frontera dura, justo lo que la UE quería evitar con el tratado de salida.

Además, incluso si el pacto se mantiene, esa provincia británica saldría junto con el resto del Reino Unido del espacio aduanero de la UE, lo que implicaría la instalación de algún tipo de controles fronterizos entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, pese a que Reino Unido se había comprometido a evitarlos.

Esta semana, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ya afirmó tras hablar con Johnson por teléfono que esa iniciativa tiene "avances positivos", aunque advirtió de "puntos problemáticos" sobre los que se deberá trabajar en los próximos días.

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