
Los inversores apuestan por el suelo rústico. Prueba de ello es que en 2021 se realizaron 158.482 operaciones de compraventa de fincas rústicas, lo que supone un aumento del 28,6% respecto al año anterior, según la última Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad (ETDP) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si se toma como referencia solo el mes de diciembre, se realizaron 13.075 transacciones, un 9,5% más en tasa interanual.
"Los datos datos ponen de manifiesto el creciente interés por el suelo rústico. España es la cuarta potencia agroalimentaria a nivel europeo y octava a nivel mundial, los profesionales agro conocen el potencial del sector y están invirtiendo para conseguir explotaciones más grandes que ofrecen mayor rentabilidad", dice Regino Coca, fundador y CEO de Cocampo.
El experto asegura que se estaría produciendo un desplazamiento de inversores que "ante la inflación, la inestabilidad de los mercados financieros y la regulación en el inmobiliario urbano, ven en el suelo rústico una inversión alternativa. Y por último, en el contexto de la pandemia, se están adquiriendo fincas rústicas con fines residenciales o de cambio de estilo de vida".
El mismo experto señala que los elevados datos de fincas son menos positivos. "La transmisión por herencia supone que un terreno se divida de forma sucesiva. Esto acentúa la fragmentación de las propiedades lo que, en el caso especialmente de explotaciones agrarias, pone en riesgo su viabilidad", advierte Regino Coca.
Por comunidades autónomas, Andalucía fue la región con mayor número de compraventas de fincas, con 2.103 operaciones en diciembre. En cuanto a la transmisión por herencias, se produjeron en mayor número en Castilla y León, con 2.523 transmisiones por este motivo en el último mes del año.
Teniendo en cuenta todos los tipos de transmisiones de terrenos rústicos, las comunidades que presentan el mayor número de operaciones en diciembre fueron Castilla y León (4.833), Andalucía (4.833), Castilla-La Macha (4.120) y Comunidad Valenciana (3.671).
Mayores de 65 años
El reciente informe Cocampo sobre la estructura del suelo rústico en España apunta que el 31,3% de los titulares de explotaciones agrarias son mayores de 65 años, minetras que el 60% tienen entre 40 y 64 años. Existe, además, un creciente riesgo de fragmentación a causa del elevado volumen de fincas rústicas que se heredan cada año, dividiendo los terrenos generación tras generación.
Esto pone en riesgo, según Cocampo, la viabilidad de la economía rural: los datos revelan que la renta de los agricultores está fuertemente correlacionada con la dimensión de sus explotaciones, a medida que aumenta el tamaño de estas, la renta se incrementa.