Especial medio ambiente

El sector financiero impulsa los créditos 'verdes' a particulares

  • La banca, comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
Varias entidades en una calle.

La banca española, firmante al completo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, ha acelerado en los últimos años sus compromisos con el medio ambiente, tanto a nivel interno como externo, para garantizar la transición hacia una economía sostenible. Además, el sector financiero tiene otro papel en esta misión, canalizar los recursos para servir como el motor del cambio. Sin embargo, a los ambiciosos objetivos marcados por las Naciones Unidas, también se llegan con pequeños cambios, de los que el consumidor final puede ser partícipe. Por ello, varias de las entidades que operan en España ya han lanzado en los últimos años créditos verdes para apoyar a aquellos clientes que dirijan sus decisiones de compras (desde una vivienda, una reforma para hacer más sostenible un inmueble o un coche no contaminante) hacia la mejora del planeta y hacerlas más ventajosas.

El Banco Santander marcó el año pasado sus objetivos sostenibles que pasan por dar financiación verde por un volumen de hasta 120.000 millones de euros hasta 2025 y de 220.000 millones de euros, hasta 2030. A cierre de 2019, la entidad financiera ya había otorgado 19.000 millones de euros en financiación sostenible. Además, entre los cambios puestos en marcha a nivel interno, se fijó consumir solo energías renovables. Así, la entidad cerró el año pasado nutriéndose de estas fuentes verdes al 50%, pero el objetivo del grupo cántabro es más ambicioso y espera que el 60% de su consumo eléctrico proceda de fuentes renovables en 2021, hasta alcanzar el cien por cien, en 2025. La entidad, además, prevé cerrar este ejercicio siendo neutra en carbono. Asimismo, el banco redujo en 2019 en torno al 75% de los plásticos innecesarios en sus oficinas y edificios y aspira a alcanzar el cien por cien en 2021. En materia de créditos verdes a los clientes, y en el marco de estos objetivos, el banco lanzó el año pasado una hipoteca verde. Cabe recordar que las viviendas consumen un 18% del total de la energía que se usa en España y emiten una cuota muy importante del total de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.

El Santander, dentro del acuerdo con el GBCe, que forma parte del llamado Plan de Acción de Hipotecas de Eficiencia Energética, un proyecto de la UE que fomenta mejoras en la eficiencia energética del parque inmobiliario continental, lanzó una nueva hipoteca con un módulo de bonificación flexible que permite al cliente beneficiarse durante toda la vida del préstamo de mejores condiciones según los productos o servicios que elija contratar, como un tipo de interés de acuerdo a la calificación energética del inmueble. Si la casa tiene una calificación energética 'A, A+' o está considerada "vivienda sostenible" de acuerdo con los certificados emitidos por entidades reconocidas del sector, tendrá una bonificación de 10 puntos básicos sobre el tipo base de la hipoteca.

Por su parte, CaixaBank, también comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, emitió este 10 de noviembre un bono verde por importe de 1.000 millones de euros para financiar proyectos de energía renovable y edificios energéticamente eficientes. Esta fue la tercera emisión de bonos verdes sociales y sostenibles bajo el marco ODS realizados por el banco de origen catalán. La primera emisión la realizó en septiembre de 2019 y consistió en un bono social de 1.000 millones de euros a 5 años en formato de deuda senior no preferente con el objetivo de luchar contra la pobreza y crear empleo. Esa operación inaugural incluía préstamos de MicroBank a individuos o familias cuya suma de ingresos disponibles fuese igual o inferior a 17.200 euros, con el objetivo de financiar necesidades diarias como gastos en salud, educación o reparaciones en los hogares y vehículos, así como préstamos a autónomos y Pymes en las regiones más desfavorecidas de España. La segunda emisión, realizada en julio de 2020, fue un bono social Covid-19 de 1.000 millones de euros a 6 años, en formato de deuda senior preferente, cuyo objetivo era mitigar los efectos de la pandemia, a través de financiación a pymes y microempresas domiciliadas en las regiones españolas con menos de 19.665 euros por cápita, o con tasas de desempleo superiores al 16,69%.

Además, a nivel particular, el banco también ofrece préstamos sostenibles tanto a los clientes particulares como a las pymes. El grupo tiene en su catálogo créditos más beneficiosos para aquellos que quieran adquirir un vehículo limpio, electrodomésticos bajos en consumo o quieran realizar reformas para hacer su casa más eficiente.

Foco en la huella ambiental

BBVA anunció en 2018 que movilizaría 100.000 millones de euros hasta 2025 para luchar contra el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible. A junio de 2020, la entidad financiera había alcanzado la cifra de 40.000 millones. No solo en financiación verde, también en infraestructuras sociales e inclusión financiera. De dicha cuantía, se destinó el 63% a financiación verde; el 13% a inclusión financiera y espíritu empresarial, el 13% a infraestructuras sociales y agroindustria y el 15% a otras finanzas sostenibles. Además, el banco presidido por Carlos Torres trabaja para aumentar la contratación de energía renovable, que espera que ascienda desde el 27% en 2015 al 48% en 2020 y al 70% en 2025. El objetivo es alcanzar un 100% en 2030. La construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente también es una prioridad para el banco. Un buen ejemplo es la Ciudad BBVA, en la que múltiples algoritmos combinan la información que recogen los más de 50.000 sensores que hay en el complejo con otros datos externos para conseguir un ahorro de energía equivalente al consumo anual de más de 200 hogares.

En cuanto al impacto directo de la actividad de BBVA en el clima, la huella ambiental del grupo redujo en 2019 un 8% sus emisiones de CO2, un 5% el consumo de electricidad, un 23% el consumo de agua y un 19% el de papel, al tiempo que el porcentaje de consumo de energía renovable se mantuvo en el 39% y el de personas trabajando en edificios con certificación ambiental alcanzó el 49%. La entidad financiera también ha hecho pública su Política General de Sostenibilidad, que recoge como prioridad ayudar a los clientes en la transición hacia un futuro sostenible. Según dicha política, BBVA tendrá como principales focos de actuación en materia de sostenibilidad el cambio climático y el desarrollo social inclusivo y sostenible.

A nivel particular, el banco lazó una línea de préstamos para la promoción de viviendas verdes que bonifica a los clientes que accedan a uno de estos inmuebles. Además, la entidad también tiene en su escaparate préstamos más ventajosos, con intereses mucho más competitivos, para la adquisición de vehículos de bajas emisiones.

Bankia también apuesta por la sostenibilidad en su modelo de negocio y trabaja por un crecimiento con pleno respeto al medio ambiente. Por ello, está ejecutando el Plan de Ecoeficiencia y Cambio Climático 2017-2020 y se ha comprometido con las principales iniciativas internacionales que trabajan para la descarbonización de la economía. Además, ha creado la Dirección de Negocio y Financiación Sostenible para impulsar la comercialización de productos verdes. La entidad se ha comprometido a ser neutra en emisiones de carbono en 2020. Dentro del desarrollo de productos de inversión sostenible para particulares, promotores y empresas destaca la hipoteca verde, en la que el banco rebaja hasta 0,25 puntos sobre el tipo final en la compra de una vivienda energéticamente sostenible. Además, también tiene un préstamo comprometido con el medio ambiente para financiar productos sostenibles, por el que el cliente se puede beneficiar de hasta 60.000 euros sin comisión de apertura y con un tipo de interés mejorado. Bankia ya ha movilizado 9.000 millones de euros en financiación verde y ha evitado 40.699 millones de emisiones de CO2.

Por su parte, el Banco Sabadell, que ha tomado la firme decisión de acompañar a sus clientes en el proceso de transición a una economía más sostenible, creó la Dirección de Sostenibilidad que concentra la actividad de la anterior Dirección de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y coordina de forma transversal las materias relacionadas con los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) en la organización. Además, como signatario fundador, el Sabadell se ha comprometido a tener alineado estratégicamente su negocio con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con el Acuerdo de París, y se unió a una coalición de 130 bancos de todo el mundo, que han tomado la responsabilidad de trabajar por un futuro sostenible.

En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), celebrada en Madrid el año pasado, el grupo se sumó al 'Compromiso Colectivo de Acción Climática' de las patronales bancarias AEB y CECA, junto al Instituto de Crédito Oficial (ICO), con el objetivo de reducir la huella de carbono en los balances. A nivel particular, el banco ofrece el Préstamo ECO para reforma vivienda con 50% descuento en comisión de apertura.

Finalmente, Unicaja, en el marco de la oferta comercial, y más concretamente de productos de financiación, ha lanzado recientemente el Préstamo Motor Eco Verde, el primer préstamo sostenible de la entidad, destinado a la adquisición de vehículos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.

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