
El guión previsto por BBVA hace un año dio un giro radical. El camino de vino y rosas que presagiaba para 2018 y 2019 se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos. Los últimos doce meses han sido los peores de su historia debido, sobre todo, al aluvión de demandas de calado que están recibiendo en los juzgados a las que tiene que hacer frente en los principales países donde opera. Por eso, el futuro más cercano para la entidad se avecina bastante complicado.
Todo comenzó en junio del ejercicio pasado, cuando se vio en la obligación de abrir una investigación interna para aclarar los contratos sellados con las empresas del excomisario Villarejo entre 2004 y 2017, después de conocer que la Audiencia Nacional estaba rastreando posibles delitos. A día de hoy poco se sabe a ciencia cierta en qué consistieron los encargos. Sospechas hay muchas y son de importante gravedad, ya que el expolicía practicó escuchas ilegales a importantes personalidades de la política y el mundo de la empresa para defender los intereses de BBVA y de su expresidente, Francisco González (FG). Los papeles incautados a Villarejo describen, tal y como ha venido relatando este periódico, una trama orquestada para tumbar a Sacyr en su operación de asalto al banco y para indagar sobre la vida y las finanzas de los reyes del ladrillo Fernando Martín y Luis Portillo, además del estado de la asociación de consumidores Ausbanc.
Precisamente, en ese mes de junio, arranca el adelanto de la jubilación de González de la presidencia ejecutiva, que estaba fechada para finales de 2020 o principios de 2021, una vez cumplida la edad máxima de 75 años que fija como tope los estatutos de la entidad. La salida anticipada se anuncia en septiembre, a la vuelta de las vacaciones de verano, y con vigencia para el 1 de enero de 2019, momento en que su entonces número dos, Carlos Torres, tomaría el mando.
Estalla la 'bomba'
Por entonces, el escándalo de las escuchas ilegales no había trascendido a la opinión pública. Por casualidades del destino, la bomba informativa salió a la luz apenas nueve días después de que la sucesión en el segundo banco de este país ya se había materializado, aunque González había sido nombrado presidente de honor del banco que había dirigido durante dos decenios.
Desde entonces los obstáculos han ido in crecendo, debido a la presión de los reguladores y del sector ante el riesgo reputacional y de negocio. Dicha presión obligó al González a dejar su cargo honorífico de manera temporal en marzo, un día antes de la junta general en la que Torres se estrenaba ante los socios de la entidad como máximo responsable. También tuvo que dar a conocer que había iniciado la investigación interna y que esta se reforzaba con 50 trabajadores para agilizar el proceso de aclaración de acontecimientos, un trabajo que empezó a realizar la consultora externa PwC y que aún no ha culminado a pesar de las insistentes peticiones del BCE.
Asimismo, desde que estalló el escándalo BBVA ha recibido las primeras querellas por la trama de espionaje, entre las que destacan las del expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, y del exvicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, del exministro de Industria, Miguel Sebastián, y del expresidente de Ausbanc, Luis Pineda.
Tras estas demandas y la investigación judicial, la Audiencia Nacional ha iniciado la instrucción del caso con la primera ronda de imputaciones a los directivos (6) y exdirectivos (2) del banco esta misma semana. Entre ellos, destacan las del exconsejero delegado, Ángel Cano, que acudirá al alto tribunal el día 11 de julio a declarar tras haberse ausentado el jueves.
Blanqueo y bloqueo
El 'caso Villarejo' no es la única piedra en el camino con la que tropezado el banco en los últimos doce meses de carácter judicial. En otoño recibió una denuncia en Argentina por el doble cobro de comisiones a clientes; y a lo largo de este año le han sido notificadas demandas por bloqueo de cuentas a extranjeros en Estados Unidos y una por un eventual fraude piramidal a inversores en Turquía. Entretanto, en junio Argentina ha iniciado una investigación a su filial y a la cúpula de la misma por un posible caso de blanqueo de capitales.
Estos procedimientos se suman a la retahíla de casos que tenía pendientes por distintos motivos relacionados con su operativa diaria y por cuestiones que afectan al sector bancario en general. Entre ellas, es reseñable la causa de las hipotecas referenciadas a IRPH, que está siendo analizado por el Tribunal Europeo. BBVA sería una de las entidades más afectadas en el supuesto de que se declare nulos los contratos y el sistema financiero tenga devolver las cantidades cobradas de más por unos intereses mayores, al contar en la actualidad con una cartera de préstamos de 3.100 millones.
BBVA ha invertido unos 7.000 millones de euros en la toma de control del turco Garanti
Pero por si fuera poco, ha tenido múltiples tropiezos ante la amenaza a sus negocio en los distintos mercados clave. En Turquía, la segunda gran aventura internacional de Francisco González, el banco ha estado sometido a una profunda incertidumbre debido a las consecuencias de la crisis que padece el país y a la guerra comercial emprendida por Donald Trump contras los países emergentes. El momento de máxima tensión se vivió el pasado verano, en pleno debate del entonces presidente sobre su adelanto de la jubilación. Hay que tener en cuenta que en este país BBVA ha invertido unos 7.000 millones de euros en la toma de control de Garanti y que su participación llegó a valer menos de 2.000 millones de euros. Garanti contribuía al grupo con más de 10% del beneficio, una aportación que se ha reducido sustancialmente como consecuencia de los tipos de cambio, principalmente.
En México la llegada al poder del izquierdista Andrés Manuel López Obrador le ha provocado más de un dolor de cabeza. A finales del ejercicio anterior se especuló con la posibilidad de que el gobierno azteca impulsara la prohibición de la mayor parte de comisiones que aplican los bancos a los clientes, una medida que hubiera provocado un agujero de ingresos relevante. México es el granero de ganancias de BBVA, al suponer más de un 40% de sus resultados.
Por si fuera poco, Argentina, otro de los países donde la presencia de BBVA es elevada, también se encuentra sumida una profunda recesión y crisis económica, hasta el punto de que ha tenido que pedir un préstamo al FMI para poder afrontar sus deudas.
Sombra alargada de FG
En este escenario, de inestabilidad total y de amenazas Carlos Torres ha tenido que enfrentarse al complejo proceso de sucesión y al inicio de un mandato. La sombra de González sigue siendo alargada y está condicionando el desempeño de la labor del nuevo presidente, que además está acompañado por el primer extranjero de lleva la gestión diario de un banco español. Se trata del turco Genç Onur, que no sólo se ha tenido que adaptar al cambio de responsabilidades.
Torres, de momento, defiende la inocencia del banco y la de su antecesor, al que calificado como una "guía" y "un ejemplo" a seguir, aunque desde el principio ha advertido que actuará en caso de que se comprueben prácticas ilícitas o delitos por parte de su mentor.
El riesgo que corre el presidente es que las medidas que tome lleguen demasiado tarde, porque espera a que sea la Justicia la que adopte una decisión para "prejuzgar" la los actos de los directivos desde 2004. Para cuarse en salud y no verse salpicado, ya ha advertido en diferentes ocasiones a la CNMV y el regulador estadounidense que la entidad "no puede controlar" el comportamiento de la plantilla. Pero tampoco el la de su cúpula, lo cual es llamativo, porque pone en una situación de inestabilidad al grupo.