
BBVA se enfrenta a una demanda colectiva en EEUU por cancelación y bloqueo de cuentas a ciudadanos extranjeros con residencia permanente por parte de su filial norteamericana digital Simple. Los denunciantes, representados por el asiático Amitabho Chattopadhyay, acusan a esta firma y a la franquicia del banco español Compass de violar los derechos civiles, en su escrito presentado en la Corte de California a finales del pasado mes de marzo.
La denuncia se articula en dos actuaciones: una en nombre de clientes no estadounidenses, que han residido en el país y que solicitaron abrir una cuenta en Simple desde el año 2016, momento en que BBVA integró la compañía; y otra, de aquellos que tenían ya una libreta y ha sido cancelada. El banco cree que existen defensas sustanciales sobre esta demanda y sostiene que rechaza cualquier forma de discriminación.
De prosperar, el grupo español se enfrenta a indemnizaciones millonarias, ya que Amitabho Chattopadhyay considera que de media los daños superan los 4.000 dólares (3.600 euros), más costas judiciales, y que existen infinidad de afectados, teniendo en cuenta que Simple antes de dicha fecha captaba unos 30.000 usuarios cada mes sobre una base global de 100.000 y que hay en torno a 44,5 millones de extranjeros en EEUU. Sobre estos números, la cantidad que podría tener que resarcir BBVA sobrepasaría los 100 millones de euros.
"Sólo ciudadanos estadounidenses"
Simple, relata el demandante, que ha rechazado sus solicitudes para abrir una cuenta por motivos de discriminación con el siguiente mensaje: "Lo siento, en este momento solo podemos aceptar ciudadanos estadounidenses".
El caso es similar al que tuvo que hacer frente el conglomerado que preside Carlos Torres en España con el colectivo chino, que llegó a manifestarse masivamente frente a uno de las sedes operativas para defender sus derechos, ya que llevaban meses con las cuentas bloqueadas y sin poder hacer ningún tipo de transacción.
En esta ocasión, BBVA tuvo que pedir perdón, pero alegó que estaba cumpliendo con la normativa de prevención de blanqueo y que se estaba dando plazos a los afectados para cumplimentar los datos. La demanda por bloqueo en Estados Unidos no es la única en la que se ve envuelto BBVA al otro lado del Atlántico. Su división norteamericana, que hasta el pasado diciembre estaba liderada por el actual consejero delegado del grupo Onur Genç, estima unas pérdidas razonables por causas judiciales de hasta 87 millones de dólares (78 millones de euros), aunque señala que el impacto podría ser mayor en función de las resoluciones, incluso "significativamente mayor".
Para cubrir estos riesgos, BBVA Compass apenas tiene una dotación de 24 millones de dólares (21,5 millones de euros). Hay que tener en cuenta que solo por una causa, de la que ya el pasado verano hubo veredicto en favor de los demandantes, el banco debería abonar unos 96 millones de dólares (86 millones de euros). Esta sentencia, relativa a una venta de préstamos, fue apelada por la entidad, al considerar que su actuación se ajusta a derecho, y aún no ha habido un fallo en firme.