AAGES, el vehículo creado hace dos años por Abengoa y Algonquin para desarrollar proyectos de energía conjuntamente, ha acordado invertir alrededor de 30 millones de dólares (27 millones de euros al cambio actual) para culminar el proyecto de abastecimiento de agua de la ciudad de San Antonio (Texas), en Estados Unidos. El objetivo es culminar las obras en la primavera de 2020.
Abengoa, que ha declinado hacer comentarios, mantiene el 20 por ciento en este contrato y está en conversaciones con potenciales compradores, si bien una opción es que Algonquin termine por ofrecérselo a Atlantica Yield. El valor en libros de este activo es de 17,6 millones, aunque las ofertas recibidas son superiores.
Abengoa vendió hace dos años a la constructora estadounidense Garney el resto de su participación en el proyecto, adjudicado a un consorcio liderado por la firma andaluza en 2014. No en vano, fue el mayor contrato hidráulico conseguido por la ingeniería a lo largo de su historia, con unos ingresos esperados a lo largo de la vida de la concesión, de 30 años, de alrededor de 2.000 millones.
Algonquin aporta capital
Abengoa-Algonquin Global Energy Solutions (AAGES) ha prestado los citados 27 millones a Abengoa para desarrollar la parte final de la obra. El acuerdo entre el grupo sevillano y Algonquin implica que la ingeniería sevillana se hace cargo de la ejecución de los proyectos, mientras que la compañía canadiense aporta el capital.
AAGES ya ha realizado sus primeras operaciones. A finales de 2018 acordó la compra a Abengoa de un proyecto de línea de transmisión eléctrica en Perú, conocido como ATN3. Asimismo, recientemente ha sido elegida como la mejor oferta para otro contrato de construcción de redes eléctricas en Uruguay. Los planes de la compañía discurren por generar proyectos por hasta 1.000 millones de dólares (897 millones de euros) en 2020.