Empresas y finanzas

El Santander fortalece la comisión de nombramientos tras el fichaje fallido de Orcel

  • Incorpora al consejo coordinador para controlar las contrataciones
El banquero italiano, Andrea Orcel.

El Banco Santander ha integrado el consejo coordinador, encabezado por el vicepresidente no ejecutivo del grupo Bruce Carnegie-Brown, dentro de la comisión de nombramientos para evitar casos como el fichaje fallido del italiano Andrea Orcel como consejero delegado, según informan fuentes financieras. Con esta inclusión del consejo coordinador "se refuerza" y se trata de hacer más "sofisticado" el comité de nombramientos, aquel que aprueba los fichajes del grupo. Así, este comité se integra para aportar mayor control y filtración de las nuevas contrataciones en el banco, según las mismas fuentes.

El grupo que lidera Ana Botín anunció el pasado mes de septiembre el fichaje de Andrea Orcel, procedente del banco de inversión UBS en Londres como consejero delegado para sustituir a José Antonio Álvarez, quien pasaría a relevar a Rodrigo Echenique como presidente de España y vicepresidente ejecutivo del consejo de administración. No obstante, Santander dio marcha atrás en enero a este nombramiento después de conocer que debía abonar 50 millones de euros a Orcel para compensarle la retribución variable que perdía con su marcha anticipada de UBS.

El grupo cántabro ya reconoció en febrero que anunció la contratación del italiano de forma apresurada. El banco de inversión de origen suizo, ante la cercanía de un encuentro que iba a mantener en otoño con los inversores, exigió al Santander que hiciera pública la operación para llegar a la fecha con la situación aclarada. Inicialmente, la entidad española, UBS y Orcel llegaron a un acuerdo por el que el italiano aceptaba renunciar a parte de la retribución en diferido acumulada que le correspondía, la entidad suiza abonaría otra parte y el banco asumiría una tercera cantidad. Sin embargo, las tornas cambiaron por parte de UBS, que pasó de ver al Santander como un cliente a un competidor y, acogiéndose a la cláusula de no competencia firmada por el italiano, se opuso a asumir cualquier tipo de compensación para el banquero.

La pelota quedó en el tejado de Banco Santander, que tuvo que elegir entre abonar los 50 millones de euros a Orcel antes siquiera de poder evaluar su gestión al frente del banco, opción que sonaba injustificable ante el propio consejo de administración, los accionistas y la opinión púbica, o abandonar el proceso. La frustración del fichaje dejó a Orcel sobre un alambre, tras salir de UBS a finales de septiembre y encontrarse en enero con las declaraciones públicas del banco suizo de que una vuelta del italiano a la entidad no era "una opción realista".

Contrata a un despacho

El banquero italiano ha contratado al bufete madrileño De Carlos Remón para estudiar posibles acciones judiciales contra la entidad que encabeza Ana Botín. Orcel ya adelantó hace unos meses al Financial Times la posibilidad de llegar a los tribunales ante una falta de acuerdo con el banco. La entidad mantiene una negociación fluida con el banquero con el objetivo de alcanzar un pacto, según adelantó Ana Botín en la presentación de los resultados anuales del grupo del pasado 30 de enero.

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