
El banquero italiano Andrea Orcel ha contratado al despacho de abogados español De Carlos Remón para que le asesore sobre una posible demanda contra Santander, según confirman fuentes financieras a este periódico. Este paso se produce tras su fallido fichaje como consejero delegado del banco que preside Ana Botín el pasado mes de enero.
El pasado 15 de enero Banco Santander comunicó que daba marcha atrás en el fichaje de Andrea Orcel como consejero delegado "por la imposibilidad de que los costes de compensar a éste por sus remuneraciones pasadas excediesen los tenidos en cuenta al acordar el nombramiento". Orcel seguía de directivo en el banco suizo UBS y el salario diferido al que tendría que hacer frente Santander rondaría los 50 millones de euros.
Tras este fichaje fallido, Orcel se podría estar preparando para emprender acciones legales contra la entidad que preside Ana Botín después de que el banco rescindiera su oferta, sin que por el momento se haya tomado ninguna decisión en firme.
El bufete está dirigido por José Manuel de Carlos Bertrán, quien trabajó en Clifford Chance durante el periodo 1990-2010, solo interrumpido entre 2000-2002 debido a que fue secretario del consejo de administración de Jazztel y director de su asesoría jurídica.
El banco español anunció su nombramiento a finales de septiembre y esperaba que se incorporara a inicios de esto año, pero su fichaje se fue retrasando por las negociaciones sobre la compensación. Debido a sus obligaciones con UBS Group, Orcel no podía asumir el cargo hasta marzo de 2019, debido a que una cláusula 'garden leave' le exigía un preaviso de seis meses antes de trabajar en otra entidad financiera.
De acuerdo con la política de retribuciones de UBS, que difiere en varios años el pago del salario fijado, Orcel había acumulado durante los últimos ejercicios 50 millones de euros en salario diferido; una cifra que para la política de retribuciones de Santander sería inasumible.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, aseguró en su momento que la entidad había tomado la decisión correcta respecto a dar marcha atrás a la contratación del italiano. Botín aseguró que la decisión del consejo de fichar al banquero italiano fue un "proceso diligente" y que la retirada de la oferta se realizó cuando se tuvo la cifra final a la que la entidad debía hacer frente para compensar la marcha de Orcel de la filial londinense del banco de inversión UBS.
"En su momento esa cifra no estaba del todo cerrada, pero cuando la conocimos y dado los valores que tenemos y la responsabilidad con los accionistas, vimos que no era asumible", aseguró la presidenta del Santander a finales de enero.