Empresas y finanzas

Fridman logra poner el contador de Dia a cero: la banca da dos meses para evitar el concurso de acreedores

  • Sí a la ampliación de 500 millones y no a la propuesta del consejo
En la imagen, Mikhail Fridman.

La Junta de Accionistas de Dia se esperaba con demasiado entusiasmo para lo que realmente debería ser -como ha sido por simple matemática- el resultado. Se cumplió el guión y, tal y como se esperaba, LetterOne ganó el pulso que tenía abierto contra el consejo de administración de la compañía, sacando adelante su ampliación de capital de 500 millones de euros.

Los accionistas rechazaron el plan del consejo, que contemplaba levantar papel por 600 millones para que la banca garantizara la financiación de la firma hasta 2023. La baja asistencia a la convocatoria jugó en favor de L1 Retail, considerando que toda votación debía ganarse por mayoría simple y Mikhail Fridman, su fundador, tiene en su bolsillo el 29 por ciento del capital.

Y ahora toca negociar. Con el contador a cero tras el rechazo de los accionistas, el consejo de administración de Dia tiene dos meses más de prórroga hasta que las entidades acreedoras soliciten el concurso de acreedores, ante un patrimonio negativo de 98 millones de euros que es necesario reestablecer. Al menos ahora, ambas partes reconocen públicamente estar abiertas al diálogo.

El máximo órgano directivo de la cadena de supermercados, presidido por el consejero delegado, Borja de la Cierva, afirmó ayer estar "a disposición de las partes" y se comprometió a continuar "trabajando con el accionista L1 Retail, las entidades financieras y sus asesores con la máxima celeridad posible". Y, en la misma línea, se pronunció también LetterOne, una vez obtuvo su victoria. "L1 Retail seguirá colaborando con el consejo de administración de Dia y con todos las partes interesadas para garantizar el éxito de su OPA y la viabilidad a largo plazo de la firma", aseveró.

Fuentes conocedoras de la situación reconocen que debe ser LetterOne "quien negocie desde mañana mismo con la banca", después de que los accionistas "hayan votado en contra de la propuesta" del consejo y también "de su gestión".

Cabe recordar que la banca ya advirtió en una carta a LetterOne que "en caso de un cambio de control en Dia, la deuda pasaría a ser exigible inmediatamente". En este punto, se abren distintas vías para la compañía, a partir del rechazo a su plan en la Junta, entre las que figuran declarar el concurso o que Fridman se abra a un préstamo participativo antes de controlar la firma.

Un cuórum mínimo

A pesar de las expectativas que anticipaban una asistencia masiva, el cuórum que concurrió a la Junta, del 54,3%, fue el más bajo de la historia de Dia como cotizada, desde el año 2011. A la convocatoria acudieron, de manera directa o indirecta, un 54,3% del capital social de la compañía a través de 2.358 accionistas con más de 338 millones de títulos en su poder, suficiente para caldear el ambiente y abroncar a la dirección de la compañía por la gestión que han realizado los últimos años.

"Estoy orgulloso del equipo que me ha tocado presidir", recalcó Borja de la Cierva durante su primera intervención. "La compañía, sus directivos y su consejo de administración han estado centrados en diseñar una estrategia, en segundo lugar, en la búsqueda de una estructura financiera sostenible, en la búsqueda de talento y, por último, en comportarse con la mayor diligencia y transparencia tanto con el regulador como con los mercados".

El consejero delegado de Dia se excusó por los pecados cometidos por la anterior directiva -Ricardo Currás, despedido en agosto pasado, y Antonio Coto, que salió en diciembre- en un "ámbito de transformación del sector", al que la firma se ha "adaptado tarde". De la Cierva reconoció también que "las promociones excesivas" les han generado "problemas de stock", generando un problema de imagen de marca por este motivo. "Esto ha tenido como consecuencia el aspecto desfasado de las tiendas".

Respecto a posibles acciones penales que pudiera llevar a cabo la compañía contra los anteriores directivos, como el ex consejero delegado Ricardo Currás, Miguel Ángel Iglesias, miembro del consejo de administración, reconoce que en "la investigación realizada no se ha encontrado un solo indicio o evidencia que demuestre que el consejo de administración era consciente de los hechos, simplemente los más altos directivos".

Qué debe hacer el accionista

El inversor de Dia -salvo aquellos que hayan entrado a partir del profit warning de octubre- sufre cuantiosas pérdidas, que pueden alcanzar el 90%. Llegado este punto, el accionista tiene dos opciones.

La primera es acudir a una OPA que ofrece 0,67 euros, lo que implica una prima del 5,5% sobre el cierre de ayer. La segunda es rechazar la oferta y entonces quedará en manos del nivel de aceptación de la oferta para que Fridman pueda, como pretende, excluir de bolsa a Dia. Para ello necesita lograr un respaldo del 63,9% del capital, con lo que LetterOne se encontraría con el 92,9%. El paso siguiente es forzar a los accionistas a vender, con lo que Dia pondría fin a un periodo de nueve años cotizando.

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