
La situación de Dia se vuelve cada vez un poco más complicada. Los grandes proveedores de la cadena de supermercados han empezado a apretar las tuercas y a exigir a la empresa que dirige Antonio Coto romper los contratos vigentes en la actualidad para adelantar los pagos, que al cierre del último ejercicio se elevaban a un plazo medio de 48 días, por debajo, por lo tanto ya de muchas otras empresas del sector. Las acciones de la firma han vuelto a caer esta jornada un 7,35% hasta los 0,51 euros por título.
Según confirman fuentes del mercado, es una medida que se ha empezado a tomar ante el temor a que se pudiera producir una situación de impago y después de que entidades como Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell o Deutsche Bank hayan limitado al máximo las líneas de confirming, que permite la financiación para el pago a proveedores. Fuentes de la industria consultadas admiten, no obstante, que "la cancelación de los contratos es muy compleja debido a las cláusulas y condiciones firmadas".
Además, el Comité Asesor Técnico del Ibex 35 ha decido hoy lunes que Dia dejará de formar parte del principal selectivo español, y en su lugar entrarán los títulos de Ence para sustituir a la cadena de supermercados.
De momento, Dia se está viendo obligada a tener que recurrir a su propia caja, pero ante el deterioro constante que se está produciendo en las ventas, sus dificultades de pago pueden ir en aumento. De acuerdo con los cálculos realizados por Moody's, la caja de Dia a cierre del tercer trimestre el 30 de septiembre se elevaba a 132 millones de euros, lo que implica una caída del 23,6% frente a los 172,8 millones con los que concluyó el primer semestre del ejercicio, el último dato hecho público por la compañía.
Financiación a proveedores
A 30 de junio de 2018, el grupo contaba con un límite en líneas de financiación a proveedores de 585,9 millones de euros -un 5% menos respecto a seis meses antes- pero de esa cantidad se habían utilizado ya 369,4 millones. El problema de fondo es que ante el cierre del grifo de la banca, si Dia no puede recurrir a los 215,6 millones que le quedaban pendientes y con la caja disminuyendo las dificultades de pago van en aumento.
En 2017 Dia tuvo que afrontar pagos por un importe total de 4.134 millones de euros, lo que representa un 15% menos que un año antes. El importe pendiente de pago al cierre del año se incrementó, en cambio, un 6,5%, hasta 542 millones.
A la emisión de deuda que vence en 2019 se le exige ya una rentabilidad del 64,5%
Las fuentes consultadas explican que, ante esta situación, al margen de solicitar ruptura de contratos y un adelanto de los plazos de pagos, hay proveedores de Dia que están incluso tratando ya de desvincularse de la cadena, algo que en algunos casos resulta complicado debido a las clausulas firmadas.
La cadena de distribución cuenta, actualmente, con 1.561 millones de euros de deuda bruta -en neto, 1.429 millones a cierre de septiembre-, lo que implica multiplicar por 4,5 veces su capitalización bursátil -a cierre de ayer en los 343 millones de euros, tras la caída superior al 87% que acumula en el año-. El viernes la acción subió un 1,89%, hasta 0,55 euros, pero desde que se presentó el profit warning o revisión a la baja de las previsiones el pasado 15 de octubre, el desplome de los títulos es ya del 71%.
A pesar de que distintas fuentes de mercado reconocen que la banca "no dejará caer" a la compañía y que, para ello, forzará un acuerdo para renegociar sus préstamos, las tres emisiones de bonos corporativos emitidos por Dia en el mercado de deuda reflejaron ayer niveles de estrés muy próximos a los máximos que tocó en los días posteriores a la presentación del profit warning (rebaja de estimaciones) el pasado 15 de octubre. Al papel que vence antes, en julio del próximo año, se le exige una rentabilidad en mercado del 64,5%; el 26% alcanzan los otros 300 millones que tiene emitidos hasta 2021; y el 16,63% se le pide a la deuda para 2023.
En total, Dia tiene emitidos 905,7 millones de euros emitidos en bonos, otros 525 millones en préstamos sindicados con la banca -que son, en realidad, los que más preocupan- y otros 131 en préstamos a corto, de los que 101 millones deben pagarse el próximo 14 de febrero. El Banco Central Europeo (BCE) suma el 40% de los bonos emitidos y hay ya hedge funds o fondos de inversión con interés en comprar deuda.
El compromiso que, según fuentes del mercado, se le presupone a la banca con Dia camina sobre un línea muy fina en la que también están en juego los denominados covenants, o garantías a las que se comprometió la firma con las entidades en el momento de firmar los préstamos. En su caso, esta línea roja se estipula en que la ratio de endeudamiento de la cadena no supere las 3,5 veces su beneficio operativo. Este umbral, según casas como Moody's, ya habría sido superado, aunque la revisión final no se hará hasta finales de año.
A la espera de la aprobación del plan estratégico, el primer paso adoptado por el nuevo consejero delegado de Dia, Antonio Coto, será acometer un plan de cierres en España de todas aquellas tiendas que no sean rentables, vendiendo la firma de perfumerías Clarel, que suma una red de 1.273 locales y por la que, según fuentes financieras, se podría lograr como mucho 90 millones de euros, además de las tiendas para mayoristas o cash & carry Max Descuento.