
La banca española vuelve a estar otra vez atacada por medidas populistas. Cuando todavía no ha salido de la incertidumbre generada en España por el impuesto de las hipotecas, que tendrá que pagar a partir de ahora por decisión del Gobierno socialista, el nuevo Ejecutivo de México propone la eliminación de una serie de comisiones que aplica el sector a los clientes. La medida afecta a BBVA, Banco Santander y, en menor medida, a Banco Sabadell, que tienen intereses en el país azteca. Pero el desplome de estos en los mercados y de otros grupos financieros del país llevaron el presidente electo Andrés Manuel López Obrador a tener que reaccionar y rectificar la posición que había impulsado su partido, Morena, 24 horas después.
Ya en la jornada de ayer, algunos miembros de su equipo habían salido al paso y asegurado que la medida no era urgente y que sería consensuada con el sector bancario. López Obrador convocó una comparecencia urgente al comprobar como las cotizaciones de las entidades y del peso continuaban desplomándose pese a los mensajes de cautela.
El presidente electo, que tomará posesión de su cargo en 20 días, enmendó la plana a su grupo parlamentario en el Senado y negó que en sus planes estuviera hacer reformas en materia fiscal o modificaciones en la manera de operar de los bancos, en referencia a la propuesta que hizo el presidente de la Cámara Alta, Ricardo Monreal, para prohibir a los bancos cobrar 19 comisiones "abusivas".
Poco después de que la banca se desplomara en la Bolsa Mexicana de Valores y su índice principal tuviera su peor desempeño en siete años por el anuncio de Monreal, el futuro mandatario reiteró que ya había explicado sus planes para la política económica y fiscal del país hace un par de semanas, cuando invitó a comer a su casa a Ana Botín, presidenta de Santander. "¿Cuál es mi postura? Yo en la campaña aclaré que no íbamos a hacer ninguna reforma en la primera parte del Gobierno en materia fiscal", afirmó.
Explicó que "no vamos a hacer ninguna modificación al marco legal que tiene que ver con lo económico, con lo fiscal. En esta primera etapa del Gobierno y para ser más precisos, en los primeros tres años, ninguna modificación" ya que se puede sacar adelante al país combatiendo la corrupción y con un gobierno austero.
La conferencia de prensa en la que López Obrador intentó tranquilizar a los mercados ocurrió después de una reunión nocturna con su equipo económico y tras una llamada del futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzúa a los legisladores a que revisen los impactos fiscales de sus iniciativas antes de presentarlas. "Aun cuando reconocemos que la intención de ellos es tratar de mejorar la condición de vida de los mexicanos, este objetivo no necesariamente llega si no se toman en cuenta tanto los impactos en las finanzas públicas, como en la estabilidad del sector financiero", señaló. La propuesta de prohibir a los bancos el cobro de comisiones golpearía principalmente a los bancos extranjeros, concretamente al estadounidense Citibanamex y a los españoles BBVA Bancomer y Santander.
El terremoto de la propuesta legislativa cruzó el Atlántico e hizo caer las acciones de BBVA un 5,86% en el Ibex, su mayor retroceso desde el Brexit, mientras que los títulos de Santander cerraron con una bajada de 1,57%.
La bolsa reacciona con alzas
A primera hora, las entidades Banorte, Bajío e Inbursa se volvieron a despeñar en la bolsa del país, tras haber caído el día anterior un 12%, pero la rectificación de López Obrador a los planes de su partido provocaron un apaciguamiento de las caídas y los dos últimos llegaron a dispararse. Al cierre de esta edición Inbursa llegaba a subir entorno al 7%.
El senador Monreal indicó que su propuesta no fue consultada previamente con el presidente electo, pero que su intención es mantener la iniciativa en la Cámara.
La propuesta, ahora descartada, hubiera supuesto un perjuicio especialmente a BBVA, ya que vería amenazados el 4,2% de sus ingresos recurrentes (margen de intereses más comisiones).
Para el banco que preside aún Francisco González, la medida hunbiera golpeado sus cuentas. México representa el 40% de sus beneficios y ha contribuido durante los últimos ejercicios ul auténtico pilar para su estabilidad, compensando el desplome del negocio en España y, recientemente, en Turquía.
El proyecto ponía en cuestión ingresos cercanos a los 700 millones de euros de BBVA, que representan más de tres cuartas partes de su facturación por comisiones y alcanzan el 38% de sus beneficios en el país. Este importe hubiera reducido su capacidad de generación de ganancias, ya que es similar a un 16% del resultado del grupo, de acuerdo con las cuentas de los nueve primeros meses del presente ejercicio.
El Santander también hubiera sufrido un castigo, pero en su caso mucho menor, ya que México aporta un 10% de su beneficio. Eso sí, en el país su situación sí se hubiera visto perjudicada seriamente, al verse comprometidos unos ingresos de casi 270 millones, prácticamente la mitad de lo que percibe por comisiones y de los que gana su filial. Sobre el grupo, esta pérdida equivaldrían a menos de un 1% de la facturación.
El Sabadell es el otro banco español que está presente en el mercado centroamericano, aunque con un peso significativamente menor, ya que opera desde hace cuatro años y su actividad está centrada en operaciones empresariales.
Aun así, el grupo de origen catalán tiene puestas grandes esperanzas en México, donde está desarrollando una plataforma para el segmento de particulares y donde este año ha llevado cuantiosas inversiones para crecer, de 400 millones. Por ahora, en México apenas ingresa por comisiones menos de 38 millones y esta geografía no llega ni el 2% de sus beneficios totales.
El proyecto del senador proponía prohibir el cobro de 19 comisiones por productos y servicios, como transferencias interbancarias y retiro de efectivo, y que el banco central (Banxico) y la comisión de valores establezcan esquemas para reducir anualmente las tarifas por retiro y consulta de saldo.
El documento planteaba impedir cargos a comercios que no facturen un monto mínimo por uso de terminal punto de venta para pagos con tarjeta y suspender el cómputo de intereses moratorios dentro de los primeros cinco días hábiles tras el vencimiento de plazo límite de cobro.
En el ambiente mexicano se respira un cierto malestar por los precios que aplican los bancos por sus servicios, que son excesivos. Pero la decisión de prohibir, en vez de limitar, había superado algunas de las previsiones menos optimistas. De hecho, en los últimos meses pocos expertos e inversores creían que iba a poner en marcha medidas como la anunciada el jueves.
A pesar de que en el año 2011 el organismo supervisor puso coto a algunas comisiones financieras en México, las tarifas siguen siendo todavía las terceras más elevadas de toda América, tras las de Uruguay y Argentina.