Empresas y finanzas

Indra elimina su bicefalia en la cuenta atrás para la adquisición de ITP Aero

  • Nuevas tensiones en la cúpula en vísperas del 30 de junio

La gobernanza compartida de Indra estaba condenada a saltar por los aires y más cuando medio mundo invierte en defensa como no lo había hecho desde el siglo pasado. Se trataba de un equilibrio inestable e insólito entre las grandes corporaciones, con un presidente no ejecutivo y dos consejeros delegados con idéntico mando en plaza. La terna llamada a sustituir al saliente Fernando Abril-Martorell quedó compuesta por Marc Murtra, número uno sin cartera, Ignacio Mataix, al frente de la división de Transporte y Defensa de la compañía, y Cristina Ruiz para comandar Minsait, la marca del negocio tecnológico del grupo español.

En vísperas de la decisión sobre la entrada de Indra en el gigante vasco de defensa ITP Aero, el consejo del grupo español ha simplificado su cúpula en favor del ejecutivo experto en la materia, Mataix. Por su parte, Ruiz pretendió bascular la compañía hacia el negociado tecnológico, pero las prioridades estratégicas y de negocio apuntaban hacia el lado contrario. Ese pulso, finalmente, se ha resuelto con la salida pactada de la fundadora de Minsait, un cargo ciertamente extravagante.

La empresa tecnológica concede los galones a su experto en defensa, en detrimento de  Cristina Ruiz

La salida de Cristina Ruiz como Co-CEO de Indra y los últimos cambios en la cúpula de la empresa tecnológica se producen en la cuenta atrás para el próximo 30 de junio. El plazo máximo otorgado al fondo de private equity estadounidense Bain Capital para terminar de configurar el consorcio industrial español con el que el capital riesgo culminará la compra de ITP Aero a Rolls-Royce por 1.700 millones de euros.

Tal y como adelantó elEconomista el pasado 27 de marzo, Indra estaría ultimando su próximo desembarco en ITP Aero como socio mayoritario del consorcio español para el que el fondo estadounidense Bain ha reservado el 30% del capital y donde ya participan como socios JB Capital, el fondo de Javier Botín con un 10% -bloque en el que dará entrada a la familia Urrutia- y Sapa Placencia, con otro 5%. La empresa guipuzcoana cuenta además con una opción de compra adicional (flex option) por otro 15% que podrá ejecutar y ceder a Indra para impulsar su entrada final en el fabricante aeronáutico vasco.

La invasión rusa de Ucrania ha otorgado una mayor importancia a la transacción, considerada estratégica por su peso para la industria de defensa española y su papel en los programas de defensa europeos, como el FCAS. El mercado espera nuevos avances en esta dirección en la junta de accionistas de Indra del próximo 23 de junio, pocos días antes del citado plazo, con la posible salida de determinados consejeros independientes que finalizan su mandato y la llegada a la presidencia de Marc Murtra, alineado con los intereses del Ejecutivo español y con su apuesta por fortalecer la industria militar nacional y construir un polo de Defensa sumando esfuerzos entre las grandes compañías del sector.

El gran punto de inflexión se ha producido ya de manos de la Sepi, máximo accionista de Indra, que hizo valer su peso accionarial (reforzado tras elevar su participación del 18,7% al 28% del capital) forzando en mayo de 2021 la salida del anterior presidente ejecutivo, Fernando Abril-Martorell, y el nombramiento de Mar Murtra como nuevo presidente no ejecutivo, en línea con los intereses del ejecutivo español y con su apuesta por fortalecer la industria de defensa española.

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