Rolls-Royce acaba de anunciar la venta del fabricante aeronáutico vasco ITP Aero por 1.700 millones de euros al consorcio formado por Bain Capital, la vasca Sapa y JB Capital (el fondo de Javier Botín). De esta forma, la gestora de capital riesgo estadounidense consigue cerrar a contrarreloj las negociaciones para introducir un socio español en el consorcio y sortear así las exigencias del Gobierno de mantener el carácter nacional de la compañía, considerada como estratégica.
De esta forma, los compradores se comprometen a proporcionar el pulmón financiero suficiente para impulsar el crecimiento de la empresa, a mantener la totalidad de la plantilla del fabricante aeronáutico, así como la sede y la toma de decisiones en Zamudio (España). "Rolls-Royce, Bain Capital e ITP Aero muestran su satisfacción con el diálogo constructivo mantenido en esta transacción con los gobiernos español y vasco", han destacado a través de un comunicado en el que han anunciado también que están dispuestos a introducir más socios nacionales hasta llegar "al 30% del capital".
A la espera de obtener las autorizaciones correspondientes, que se esperan para mediados del próximo año, se pone fin al proceso de venta iniciado hace más de un año enmarcado en el plan de desinversiones de Rolls-Royce, que ingresará en torno a 1.700 millones de euros por esta venta. Esta transacción, coordinada por el banco de inversión Goldman Sachs, ha supuesto verdaderos quebraderos de cabeza para los participantes por el carácter político de la operación, a raíz de los contratos que ITP Aero mantiene con el Ministerio de Defensa.
En este sentido, el pasado fin de semana, el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, twitteaba su preocupación por la venta del fabricante, que finalmente cumplirá con todos los requisitos tras el portazo de Sener para participar en el consorcio. El consejo de la compañía de los Sendagorta estaba dividido sobre si participar o no en esta operación hasta hace escasos días, pues consideraban que Bain no había elaborado un plan industrial a largo plazo que les garantizara el crecimiento de la compañía y su salida de ésta cuando el estadounidense saliera. Cabe recordar que Sener vendió esta compañía a Rolls-Royce en el año 2017.
Interés pese a la situación
En este contexto, la complicada situación del sector aeronáutico por la pandemia del coronavirus (que ha lastró las cuentas de ITP el pasado año) no ha frenado el interés de los inversores, que llegó a recibir ofertas de los pesos pesados del sector, como el británico Cinven (que llegó a la fase final) o los estadounidenses KKR y Towerbrook. Sin embargo, el alto precio puesto sobre la mesa por parte de Bain Capital hizo que consiguiera exclusividad en las negociaciones para hacerse con el fabricante. Tras un largo verano de negociaciones, el fondo estadounidense ha logrado cerrar el consorcio con dos conocidas compañías españolas: Sapa, que participa también en la construcción del nuevo carro de combate español, y JB Capital, la firma de inversión de Javier Botín.