
BBVA tiene vía libre para reforzarse en Garanti. El supervisor de valores de Turquía (Capital Markets Board) ha autorizado su oferta de adquisición de acciones (Opa) sobre el 50,15% que no posee de la filial, según ha comunicado el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La oferta comenzará el 4 de abril y tendrá una duración de 20 días hábiles, siendo el 29 de abril la fecha tope para que los inversores puedan aceptar su oferta.
El grupo presidido por Carlos Torres, propietario del 49,85% del capital, anunció la Opa en noviembre del pasado ejercicio, con previsión de recibir precisamente los permisos preceptivos dentro del primer trimestre de este año.
La oferta la formuló a 12,20 liras turcas por acción, con una prima del 15% sobre su cotización de aquel momento, y supeditó el éxito a lograr superar el 50% del capital.
Es decir, solo necesita que acudan a la oferta accionistas dueños de un 0,25% del banco para declararla exitosa. El umbral es relevante porque, una vez lo rebase, el grupo podrá seguir adquiriendo acciones en cualquier momento que estime oportuno sin necesidad de formular una nueva Opa.
Cuando el banco lanzó la oferta estimó que la operación le costaría un máximo de 2.249 millones de euros si todos los accionistas vendiesen sus acciones, tomando para su cálculo las 11,43 liras turcas por euro en las que se situaba el tipo cambiario por entonces.
La caída cercana al 30% de la divisa turca ha abaratado de forma drástica el coste en euros de la transacción y, si se ejecutase, en la actualidad por completo BBVA ahorraría más de 670 millones de euros, y pagaría solo 1.578,91 millones.
Incluso al mayor talón, BBVA limitó el impacto en el capital de máxima calidad CET1 fully loaded en 46 puntos básicos y apuntó que elevaría alrededor del 13,7% el beneficio por acción para 2022.
Entre las razones para dar el paso es imputarse el máximo posible de beneficio, ya que BBVA ya integra sus riesgos y penaliza en capital como si fuese el único dueño. Se costea además con cargo a la hucha realizada al enajenar el negocio en Estados Unidos.
Sin embargo, la operación fue recibida con caídas de la cotización de BBVA por aumentar la exposición a un mercado con incertidumbres como el turco, aunque Torres ha defendido que es una transacción "de enorme valor" para los accionistas del banco porque se incrementa el peso en mercado con grandes expectativas de crecimiento.
A corto plazo, la caída de la libra ha ajustado el cobro del dividendo porque el banco distribuirá el 10% del beneficio de 2021 ante la demanda del supervisor a la banca turca de reforzar la solvencia.
Además, hay un riesgo de que tenga que aplicar la contabilidad especial establecida por la normativa internacional para situaciones de "hiperinflación". Según estimaciones de UBS podría detraer 900 millones al beneficio neto del banco si se da el supuesto que mueve a aplicarlo, cuando un país suma una inflación superior al 100% en tres años.
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